Las directrices establecidas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York se han elaborado para ayudar a los profesionales sanitarios a tratar el asma ocupacional (AO).
Adaptadas a los médicos, estas directrices de la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo ofrecen ayuda para determinar las estrategias de tratamiento adecuadas para las personas con asma ocupacional.
Es fundamental señalar que estas directrices no sustituyen al juicio clínico ni a la experiencia profesional. El tratamiento del asma ocupacional debe ser un esfuerzo de colaboración en el que participen el paciente y su profesional sanitario, teniendo en cuenta los factores ocupacionales específicos que contribuyen a la enfermedad.
Objetivos del tratamiento del asma de origen laboral (AET)
Minimizar las exacerbaciones del asma: El objetivo del tratamiento es minimizar las exacerbaciones de asma reduciendo las exposiciones laborales. Esto implica limitar las fuentes de exposición, mejorar la ventilación y optimizar el tratamiento médico estándar mediante medidas de control del entorno no laboral y tratamiento farmacológico.
Consideraciones sobre la adaptación al trabajo: Dependiendo de la gravedad del asma y del alcance de los factores exacerbantes en el trabajo, el paciente podría permanecer en el mismo puesto de trabajo con exposiciones reducidas. Sin embargo, si este enfoque resulta insuficiente para prevenir la exacerbación de los síntomas relacionados con el trabajo, puede ser necesario un cambio de puesto de trabajo a otro con menos factores desencadenantes.
Equilibrio entre beneficios y riesgos: Cuando un paciente con asma agravada por el trabajo (AEM) llega a un punto en el que el entorno laboral se vuelve intolerable, el médico y el paciente deben sopesar cuidadosamente el beneficio potencial de la retirada del trabajo con las ventajas económicas y psicológicas de seguir trabajando.
Tratamiento médico del asma ocupacional (AO): La gestión médica del OA implica medidas centradas en el diagnóstico precoz y la evitación temprana de una mayor exposición. Esto puede lograrse mediante la reubicación del trabajador o la sustitución del peligro, lo que ofrece la mejor oportunidad de evitar un mayor deterioro del cuadro asmático.
Enfoque farmacológico: El manejo farmacológico del asma ocupacional se alinea con las estrategias utilizadas para otras formas de asma y debe adherirse a pautas médicas bien reconocidas y publicadas.
OA inducida por sensibilizador: Los pacientes con OA inducida por sensibilizador deben ser apartados de una mayor exposición al agente causal, complementada con un tratamiento integral del asma.
Minimización de la exposición y reubicación: Si no es posible la eliminación médica, la exposición debe minimizarse en la medida de lo posible, potencialmente mediante la reubicación de los trabajadores. Los trabajadores reubicados deben someterse a una mayor vigilancia médica para garantizar la ausencia de empeoramiento de la enfermedad.
OA inducida por irritantes: En los casos de OA inducida por irritantes, una estrategia de gestión inicial puede implicar un ensayo de minimización de la exposición mediante el uso de equipos de protección respiratoria, junto con medicación para el asma. Se aconseja una mayor vigilancia médica y, si se demuestra un empeoramiento de la enfermedad, se recomienda la retirada de la exposición.
Consideración de entornos diferentes: En situaciones en las que los trabajadores pueden seguir deteriorándose a pesar de la baja exposición al agente causal, puede considerarse la reubicación en un puesto de trabajo y un entorno diferentes. La información precisa sobre el impacto de las distintas opciones de tratamiento es crucial para determinar el tratamiento más eficaz de la OA.
Equipos de protección respiratoria: Recomendaciones y consideraciones
1. Función de los equipos de protección respiratoria:
- No se recomienda como protección primaria:
- Los dispositivos de protección respiratoria no se recomiendan como modo principal de protección frente a exposiciones nocivas, especialmente a largo plazo y en el caso de personas con asma grave.
2. Condiciones a tener en cuenta:
- Uso limitado para casos leves:
- Aunque no se recomiendan como intervención independiente, los dispositivos de protección respiratoria pueden considerarse para casos leves en entornos con exposiciones más bajas. Esto es aconsejable a corto plazo y debe combinarse con otras medidas para reducir o eliminar la exposición, junto con terapia farmacológica, especialmente en casos de asma ocupacional (AO) inducida por irritantes.
3. Consideraciones de gravedad y exposición:
- No recomendado para asma grave o moderadamente grave:
- Los equipos de protección respiratoria no se recomiendan como intervención independiente, especialmente para las personas con asma grave o moderadamente grave que trabajan en lugares con exposiciones medias o altas.
4. Utilización y seguimiento:
- Control médico adecuado:
- Un seguimiento médico adecuado es crucial. La progresión del cuadro asmático debe desencadenar una recomendación para evitar la exposición.
- Cumplimiento de las normas OSHA:
- Debe evaluarse la capacidad del trabajador para llevar un respirador, según las normas OSHA 1919.134. Además, la selección de un respirador adecuado es esencial.
En resumen:
- Se desaconseja el uso de dispositivos de protección respiratoria como medida de protección primaria, especialmente en casos de asma grave. Sin embargo, en situaciones específicas, se puede considerar el uso a corto plazo de estos dispositivos junto con otros esfuerzos de reducción de la exposición, siempre que se realice un seguimiento médico del trabajador y se cumplan las normas de seguridad.