Pautas de tratamiento médico del Estado de Nueva York para lesiones de rodilla en pacientes con indemnización por accidente laboral

Las directrices formuladas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York tienen por objeto ayudar a los médicos y profesionales sanitarios a administrar un tratamiento adecuado para la lesión de rodilla.

Estas directrices están diseñadas para ayudar a los profesionales sanitarios a determinar los cuidados adecuados para los pacientes con lesión de rodilla. Es importante señalar que estas directrices no sustituyen al juicio clínico ni a la experiencia profesional. La decisión final sobre los cuidados debe ser fruto de la colaboración entre el paciente y su profesional sanitario.

Anamnesis y exploración física

La anamnesis y la exploración física son pasos cruciales que constituyen la base y determinan las fases posteriores de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos. En los casos en que los resultados de las evaluaciones clínicas y otros métodos de diagnóstico difieran, debe darse prioridad a los resultados clínicos objetivos. La historia clínica debe registrar adecuadamente lo siguiente:

Antecedentes de lesiones actuales

  • Mecanismo de la lesión: Esto implica detalles sobre cuándo empezaron y progresaron los síntomas, así como los síntomas que pueden resultar de ajustes posturales o funcionales de la lesión de rodilla.
  • Relación con el trabajo: Incluye una declaración que indique la probabilidad de que la enfermedad o lesión esté relacionada con el trabajo.
  • Lesiones laborales y no laborales previas: Cualquier lesión previa en la misma zona, tanto de origen laboral como no laboral, junto con los tratamientos específicos previos y el uso de cualquier dispositivo ortopédico.
  • Antecedentes de bloqueo, chasquido, cesión, crepitación, estallido, hinchazón: Descripción exhaustiva de la aparición y el volumen de la hinchazón, y de la presencia o ausencia de dolor al subir o bajar escaleras.
  • Capacidad para realizar las tareas del puesto y las actividades de la vida diaria.

Factores agravantes y atenuantes de los síntomas:

  • Estos factores no se limitan a la rodilla y deben estudiarse a fondo.

 

Historia pasada

Antecedentes médicos: Abarca, pero no se limita a, afecciones como neoplasia (o recidiva), gota/pseudogota, infecciones, traumatismos importantes en la rodilla, el fémur y/o la pierna, artritis y diabetes.
Revisión de los sistemas: Examen minucioso de varios sistemas, incluidos síntomas constitucionales; ojos; oído, nariz, boca y garganta; cardiovascular; respiratorio; gastrointestinal; genitourinario; musculoesquelético; integumentario/mamario; neurológico; psiquiátrico; endocrino; hematológico/linfático; alérgico/inmunológico. El alcance y el enfoque de la revisión pueden adaptarse caso por caso, en función de la enfermedad subyacente y del juicio clínico.
Historial de fumadores;
Formación profesional, servicio militar y actividades recreativas;
Estudios de imagen previos; y
Historia quirúrgica anterior.

 

Examen físico

Examen de una articulación: Debe abarcar la articulación tanto por encima como por debajo de la zona afectada. Las exploraciones físicas deben abarcar pruebas y técnicas de exploración aceptadas y pertinentes para la articulación o la zona que se examina, entre las que se incluyen:
Inspección visual;
Palpación;
Amplitud de movimiento/Calidad de movimiento;
Fuerza, prestando atención a la evaluación de la atrofia y las fasciculaciones musculares;
Estabilidad articular;
Examen para detectar una rótula desplazada o anormalmente desplazable;
Aplicable a lesiones, integridad de la circulación distal, función sensorial y motora; y
Si procede, examen neurológico completo, incluida la atrofia muscular y las anomalías de la marcha.

 

Banderas rojas

Determinados hallazgos, denominados «señales de alarma», hacen sospechar de la existencia de enfermedades potencialmente graves. La evaluación, que comprende tanto la anamnesis como la exploración física, debe incluir una evaluación de estas señales de alarma. En el contexto de la rodilla, estos hallazgos o indicadores pueden abarcar: fractura, luxaciones y desgarros ligamentosos; infección o inflamación; compromiso neurológico o vascular, incluido el síndrome compartimental; y antecedentes de traumatismo, que pueden incluir, entre otros, accidentes de tráfico graves, lesiones por aplastamiento o caídas desde alturas. Puede estar justificada una evaluación adicional, una consulta o una intervención urgente o de emergencia.

 

 

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