Las directrices establecidas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York están diseñadas para ayudar a los profesionales sanitarios a realizar estudios de diagnóstico para personas con afecciones específicas. Estas directrices pretenden ayudar a los médicos y profesionales sanitarios a determinar la idoneidad y eficacia de diversos procedimientos diagnósticos como parte de una evaluación sanitaria completa.
Los profesionales sanitarios especializados en la aplicación de estudios diagnósticos pueden confiar en la orientación proporcionada por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo para tomar decisiones bien informadas sobre los enfoques diagnósticos más adecuados para sus pacientes.
Es fundamental subrayar que estas directrices no pretenden sustituir al juicio clínico ni a la experiencia profesional. La decisión final sobre los estudios diagnósticos debe ser fruto de la colaboración entre el paciente y su profesional sanitario.
Estudios de imagen
Rayos X
Es aconsejable realizar radiografías de la columna cervical cuando esté clínicamente indicado para evaluar la anatomía ósea de la columna cervical. Esta evaluación puede incluir vistas oblicuas para los agujeros neurales y vistas de boca abierta para los surcos.
Además, se recomiendan las vistas en flexión y extensión según esté indicado clínicamente para evaluar la inestabilidad de la columna y la posición de la dorsal en relación con la cara anterior de la vértebra anular C1. Es importante especificar el mecanismo de la lesión y proporcionar indicaciones específicas para la obtención de imágenes en la solicitud para ayudar al radiólogo y al técnico de rayos X en su evaluación.
Imágenes por resonancia magnética (MRI)
Se recomienda realizar RM en pacientes seleccionados con indicaciones específicas. Estas indicaciones incluyen la sospecha de compresión de la raíz nerviosa, mielopatía para evaluar la médula espinal, diferenciación o descarte de masas, infecciones como abscesos epidurales o infección del espacio discal, afectación de la médula ósea por enfermedad metastásica y sospecha de hernia discal o compresión/contusión de la médula tras una lesión cervical grave. Se debe realizar una RM inmediata si se duda de la existencia de infección o enfermedad metastásica con compresión de la médula.
Sin embargo, la RM está contraindicada en pacientes con determinados dispositivos implantados. Por lo general, la RM convencional de campo alto proporciona la mejor resolución, pero puede estar indicada una exploración de campo más bajo para pacientes que no caben en un escáner de campo alto o experimentan claustrofobia a pesar de la sedación. La frecuencia suele ser de una vez, pero una resolución inadecuada en la primera exploración puede requerir una segunda RM con una técnica diferente.
Una RM diagnóstica posterior puede ser una repetición del mismo procedimiento si el estudio inicial era de calidad inadecuada. Los pacientes deben comentar cualquier duda o pregunta con el centro de IRM y/o el radiólogo. Tenga en cuenta que la presencia de material ferroso/objetos metálicos en los tejidos puede ser una contraindicación para la RM debido a los peligros potenciales causados por el campo magnético.
Resonancia magnética con y sin contraste
Se recomienda realizar la RM con realce de gadolinio en casos específicos, incluidos los pacientes que se han sometido a cirugía cervical previa o tienen preocupaciones por malignidad o infección. En estas situaciones puede ser necesario el uso de realce con Gadolinio para el estudio de RMN.
No obstante, en la solicitud de RM potenciada con gadolinio debe tenerse en cuenta cualquier afección médica subyacente que pudiera contraindicar una RM potenciada. Esto garantiza que el procedimiento de diagnóstico por imagen se adapte al estado de salud y las necesidades de cada persona.
Resonancias magnéticas especializadas
Es aconsejable considerar una IRM con reconstrucción tridimensional para ciertos individuos. Esto puede ser especialmente útil como paso diagnóstico antes de la cirugía, ya que proporciona detalles precisos sobre las características, la ubicación y las conexiones espaciales entre los tejidos blandos y los huesos.
Por otra parte, no se recomienda la RM dinámica-cinética de la columna vertebral.
Tomografía axial computarizada (TC)
Es aconsejable para ciertos pacientes considerar la Tomografía Axial Computarizada (TAC). El TAC es especialmente eficaz a la hora de proporcionar imágenes claras de los huesos y se emplea para evaluar más a fondo posibles fracturas o masas óseas que podrían no ser claramente visibles en las radiografías habituales. En algunos casos, la TC puede complementar la RM, ofreciendo una visión más detallada de la formación de osteofitos óseos en el agujero neural. Suele utilizarse cuando se sospecha una fractura de la columna cervical, sobre todo si las radiografías simples no son concluyentes. La TC también es valiosa para identificar anomalías congénitas en la base del cráneo y los niveles C1-2.
Sin embargo, cabe señalar que las tomografías computarizadas pueden no ser ideales para los niveles C6-7 o C7-T1 debido a posibles artefactos en el hombro. Cuando hay materiales ferrosos o metálicos presentes en los tejidos, es preferible optar por un TAC que por una RM. Es esencial tener en cuenta que los exámenes por TC conllevan una dosis de radiación significativa y riesgos asociados. En los casos en que los pacientes no puedan tolerar una resonancia magnética, puede utilizarse una tomografía computarizada para evaluar la presencia de hernia discal cervical y/o estenosis, y la mielografía computarizada proporciona una mayor claridad en estas afecciones.
Mielografía
La mielografía consiste en inyectar un medio de contraste en el espacio subaracnoideo espinal, seguido de radiografías o un TAC para iluminar la anatomía. En determinados casos, se sugiere para individuos específicos. Este procedimiento puede servir como paso diagnóstico antes de la cirugía, ya que ofrece detalles precisos sobre las características, la ubicación y las relaciones espaciales entre las estructuras óseas y de tejidos blandos.
Suele recomendarse a pacientes en los que los posibles beneficios clínicos superan los riesgos asociados. La mielografía podría considerarse cuando, debido a circunstancias específicas de cada caso, la RM (o la prueba alternativa preferida) no esté disponible, no sea concluyente, no sea clínicamente necesaria o presente contraindicaciones clínicas.
Mielografía por TC
La mielografía por TC proporciona una visión más intrincada de las relaciones entre los elementos neurales y la anatomía circundante. Se sugiere para determinadas personas, en particular aquellas con antecedentes de múltiples operaciones previas o afecciones tumorales, únicamente con fines de pruebas prequirúrgicas.
La mielografía, incluida la mielografía por TC, se recomienda en situaciones específicas de cada paciente, como la presencia de un implante metálico que dificulte la RM, hallazgos ambiguos de hernia discal en la RM, estenosis espinal o situaciones posquirúrgicas que requieran una mielografía en pacientes que no puedan tolerar una RM. Sin embargo, no es aconsejable utilizar la mielografía (incluida la mielografía por TC y RM) como estudio diagnóstico primario del compromiso radicular cervical.
Esta prueba podría considerarse para pacientes seleccionados en los que los beneficios clínicos superen los riesgos, especialmente en situaciones en las que la RM o la alternativa preferida no esté disponible, no sea concluyente, no sea clínicamente necesaria o esté clínicamente contraindicada. Es esencial tener en cuenta que las posibles complicaciones de esta técnica más invasiva incluyen dolor, infección y reacciones alérgicas.
gammagrafía ósea (gammagrafía ósea con radioisótopos)
La captación de difosfonato de tecnecio 99M es indicativa de actividad osteoblástica y puede servir como herramienta valiosa para identificar tumores óseos metastásicos/primarios, fracturas por estrés, osteomielitis y lesiones inflamatorias. Se aconseja utilizar este método para evaluar neoplasias, identificar fracturas ocultas o detectar infecciones.
La gammagrafía ósea, empleando esta técnica, resulta ser una prueba diagnóstica beneficiosa en situaciones específicas que pertenecen a una minoría de pacientes. Es especialmente útil para diagnosticar neoplasias, sospechas de metástasis, infecciones como la osteomielitis, artropatías inflamatorias y fracturas ocultas.
Fluoroscopia dinámica (digital)
Dinámica [Digital] La fluoroscopia de la columna cervical evalúa el movimiento de los segmentos intervertebrales utilizando una unidad de fluoroscopia de vídeo para grabar imágenes mientras la persona realiza una flexión y extensión cervical. Este proceso capta el movimiento anatómico de la columna vertebral y lo almacena en un ordenador. Se sugiere emplear la fluoroscopia dinámica en centros especializados en traumatología para la evaluación de la columna cervical, garantizando una visualización completa desde C1 hasta T1 si se lleva a cabo el procedimiento.
Otras pruebas
Estudios de electrodiagnóstico (EDX)
Los estudios de electrodiagnóstico (EDX) incluyen EMG (electromiograma) con aguja, estudios de velocidad de conducción nerviosa periférica (VCN) y potenciales evocados motores y sensoriales. Se aconseja y es preferible que la EDX realizada en un entorno ambulatorio sea llevada a cabo e interpretada por médicos certificados en Neurología o Medicina Física y Rehabilitación. Por lo general, los estudios electrodiagnósticos sirven de complemento a procedimientos de imagen como la TC, la RM y/o la mielografía. Mientras que los rayos X, la TC y la RM indican cambios estructurales, los estudios electrodiagnósticos proporcionan información sobre el estado funcional neurológico.
– Se recomienda utilizar la EMG con aguja para apoyar el diagnóstico de radiculopatía o estenosis espinal en personas con dolor de cuello y/o molestias en las extremidades superiores. La EMG con aguja también puede ayudar a determinar si la radiculopatía es aguda o crónica.
– La VNC se recomienda para ayudar a descartar otras posibles causas de los síntomas (comorbilidad o diagnóstico alternativo que implique nervios periféricos) y para confirmar la radiculopatía.
Dispositivo portátil de electrodiagnóstico automatizado (también conocido como EMG de superficie):
– No es aconsejable utilizar EMG de superficie para la evaluación diagnóstica del dolor de cuello o las lesiones cervicales.
Potencial evocado somatosensorial (SSEP):
– Se recomienda emplear la SSEP en casos específicos para evaluar la mielopatía, y se utiliza habitualmente durante la cirugía.
– No se recomienda para identificar radiculopatías.
– Indicaciones: Si persisten síntomas radiantes significativos en el brazo durante más de cuatro a seis semanas tras el inicio de la lesión, y no hay un nivel aparente de disfunción de la raíz nerviosa durante la exploración, puede considerarse la realización de estudios electrodiagnósticos. Estos estudios también pueden ser útiles para determinar el alcance de la lesión en pacientes con un nivel de lesión establecido.
Evaluación del Umbral de Percepción de Corriente (CPT):
– No se recomienda como herramienta de diagnóstico.
Inyecciones – Diagnóstico Atlanto-axial/atlanto-occipital:
– No se aconseja.
Discografía provocadora:
– No se recomienda.
Termografía:
– No se recomienda.