Las directrices proporcionadas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York ofrecen principios fundamentales para utilizar opciones de tratamiento no farmacológico. Estas directrices pretenden ayudar a los profesionales sanitarios a identificar las intervenciones no farmacológicas adecuadas en el contexto de una atención integral.
Los profesionales sanitarios con experiencia en la aplicación de opciones de tratamiento no farmacológico pueden basarse en las orientaciones esbozadas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo para tomar decisiones bien informadas sobre las intervenciones no farmacológicas más adecuadas para sus pacientes.
Es importante destacar que estos principios no pretenden sustituir al juicio clínico ni a la experiencia profesional. El uso de opciones de tratamiento no farmacológico debe implicar la colaboración entre el profesional sanitario y el paciente, teniendo en cuenta las necesidades y preferencias individuales.
Modalidades de tratamiento no farmacológico
- Las Pautas de tratamiento médico del dolor no agudo de Nueva York no ofrecen recomendaciones específicas para tratamientos no farmacológicos, como modalidades de medicina física o terapias de inyección. En cambio, estos tratamientos, si se consideran clínicamente necesarios, deben atenerse a las directrices establecidas en las Guías de Tratamiento Médico pertinentes.
- En los casos en que una lesión que provoque dolor no agudo no esté cubierta por las pautas de tratamiento médico existentes, deberá seguirse la norma de asistencia para esa lesión.
- Cuando en las Pautas de tratamiento médico del dolor no agudo de Nueva York se especifica la duración del tratamiento en términos de tiempo o de número concreto de sesiones, debe emplearse la mayor de las dos duraciones para garantizar un tratamiento adecuado.
Programas de tratamiento del dolor no agudo
- Los programas de tratamiento del dolor no agudo, incluidos los programas de tratamiento del dolor interdisciplinarios o de restauración funcional, deben considerarse para pacientes que no han mostrado mejoras funcionales o conductuales con tratamientos menos intensivos.
Programa interdisciplinar o de restauración funcional
- Estos programas adoptan un enfoque integral basado en el trabajo en equipo, centrándose en restablecer la función en lugar de limitarse a aliviar el dolor.
- La comunicación coherente y la integración entre los miembros del equipo garantizan que todos conozcan el plan de cuidados del paciente y puedan aplicarlo eficazmente.
- El equipo interdisciplinario básico suele estar formado por un médico, un enfermero, un psicólogo, un trabajador social, un fisioterapeuta y un terapeuta ocupacional, a los que se añaden otros profesionales en función de las necesidades del paciente.
- Un médico con la formación o experiencia adecuadas supervisa el equipo.
Componentes básicos de un programa interdisciplinario contra el dolor
- Las evaluaciones exhaustivas iniciales cubren las necesidades fisiológicas, psicológicas, médicas y sociológicas del paciente, lo que conduce a un plan de tratamiento detallado.
- Las reuniones periódicas del equipo o las comunicaciones en grupo permiten revisar la evolución del paciente y ajustar el plan de tratamiento según sea necesario.
- Se hace hincapié en la mejora funcional más que en la eliminación del dolor, con objetivos mensurables, plazos específicos y una medición objetiva de los progresos.
- Las modalidades de tratamiento pueden incluir rehabilitación física, terapia de ejercicio, intervenciones cognitivo-conductuales, gestión médica, educación, rehabilitación profesional, tratamiento de adicciones y planificación de los cuidados tras el alta.