Pautas de tratamiento médico del estado de Nueva York para el dolor plantar en el talón plantar en pacientes de compensación laboral
Las directrices de la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York están aquí para ayudar a los médicos, podólogos y expertos sanitarios a administrar el tratamiento adecuado para el dolor plantar del talón.
Los profesionales sanitarios pueden basarse en estas directrices de la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo para determinar la mejor atención para los pacientes con problemas de tobillo y pie.
Es importante señalar que estas directrices no sustituyen la sabiduría y la experiencia de los profesionales sanitarios. La decisión final sobre los cuidados debe ser fruto de la colaboración entre el paciente y su profesional sanitario.
Dolor plantar en el talón («Fascitis plantar»)
El talón es el sospechoso habitual cuando se trata de dolor de pies. La fascitis plantar, o dolor plantar del talón, recibe diversos nombres, como talón de corredor, síndrome del talón doloroso, etc.
La fascitis plantar suele provocar molestias intensas en la parte inferior o plantar del medio talón. También puede sentir dolor hacia el arco del pie. El dolor es más intenso durante las actividades en las que se soporta peso, especialmente al dar el primer paso por la mañana o después de estar sentado durante un rato.
La buena noticia es que más del 90% de las personas que padecen fascitis plantar encuentran alivio sin cirugía en un plazo de seis a doce meses. Los cuidados conservadores funcionan a las mil maravillas para el dolor plantar del talón.
Comenzamos con tratamientos no invasivos para el dolor plantar del talón. En unos seis a doce meses, estos métodos hacen su magia en más del 90% de los casos. Y aquí va un dato tranquilizador: dígale al paciente que el 95% de las personas con fascitis plantar se alivian en un plazo de 12 a 18 meses, información crucial para un tratamiento no quirúrgico.
Estudios diagnósticos para el dolor plantar del talón en pacientes de compensación laboral
Comprobación del dolor plantar del talón con radiografías Cuando se trata de averiguar cuál es la causa del dolor plantar del talón, el uso de radiografías es una buena opción, especialmente si existe la posibilidad de fracturas.
Por qué: Las radiografías nos ayudan a profundizar en la raíz del dolor de talón, descartando otras posibles causas como fracturas o tumores óseos. Pero aquí está la primicia – sólo va para los vídeos regulares para detectar los espolones del talón no es el camino a seguir.
Resonancia magnética para detectar la fascitis plantar en casos específicos Si sufre molestias persistentes en el talón, hacerse una resonancia magnética es una decisión inteligente, especialmente para casos específicos de fascitis plantar.
Cuándo: Si el talón no mejora, es posible que la fascia plantar tenga problemas, que la cúpula del astrágalo tenga problemas de irrigación sanguínea o que haya una fractura por estrés en el cuello del astrágalo.
Por qué: la IRM nos ayuda a explorar más allá de la fascitis plantar: fracturas de estrés del calcáneo, rotura de la fascia plantar, líquido alrededor de la fascia y espolones calcáneos aparecen en el radar. Además, es una herramienta útil para detectar quistes ganglionares, líquido articular, necrosis avascular de la cúpula del astrágalo y tumores osteoides y fracturas del cuello del astrágalo inducidas por el estrés.
SPECT-CT: no es el método más adecuado para diagnosticar la fascitis plantar Cuando se trata de diagnosticar el dolor plantar del talón, la SPECT-CT no es el método recomendado.
Ecografía: Un método inteligente para detectar la fascitis plantar En los casos complicados de fascitis plantar, la ecografía es la mejor opción.
Cuándo: Si el diagnóstico no está muy claro o el talón no mejora tras un tratamiento conservador de un mes, es hora de recurrir a la ecografía.
Por qué: La ecografía ayuda en los casos en los que se sospecha que puede haber una rotura de la fascia plantar o una bursitis plantar del calcáneo, especialmente si los síntomas persisten después de probar tratamientos no invasivos.
Medicamentos para el dolor plantar del talón
Analgésicos de primera línea: Ibuprofeno, naproxeno y AINE antiguos
Para la mayoría de los pacientes, empezar con ibuprofeno, naproxeno u otros AINE antiguos es lo más indicado para atajar el dolor. Si los AINE no son una opción, el paracetamol podría funcionar, aunque los estudios sugieren que es ligeramente menos eficaz que los AINE.
Las pruebas apuntan a que los AINE son más seguros e igual de eficaces que los opiáceos como el tramadol cuando se trata de controlar el dolor.
Uso de AINE para el dolor de la fascitis plantar
Cuando se trata de tratar el dolor agudo, subagudo, crónico o postoperatorio de la fascitis plantar, la recomendación son los AINE.
Cuándo: Los antiinflamatorios no esteroideos son los más indicados para todas las fases del dolor de la fascitis plantar, ya sea justo después de que aparezca o durante la recuperación a largo plazo tras la intervención quirúrgica. Empieza con medicamentos sin receta para tantear el terreno.
Cuánto/con qué frecuencia: Tomar AINE según sea necesario, y muchos pacientes encuentran este enfoque razonable.
Cuándo suspenderlo: suspenderlo si desaparecen las molestias en el pie o el tobillo, si el medicamento no funciona o si aparecen efectos secundarios que obligan a suspenderlo.
AINE para hemorragias gastrointestinales de alto riesgo
Para las personas con mayor riesgo de hemorragia gastrointestinal, el uso de AINE debe hacerse con precaución. Se recomienda utilizar simultáneamente fármacos citoprotectores como el misoprostol, el sucralfato, los bloqueantes de los receptores H2 o los inhibidores de la bomba de protones.
Cuándo: Considerar los fármacos citoprotectores en aquellas personas con alto riesgo de hemorragia gastrointestinal que también necesiten AINE, especialmente si el plan de tratamiento es a largo plazo. Esto es crucial para los pacientes con antecedentes de hemorragia gastrointestinal, los ancianos, los diabéticos y los fumadores.
Cuánto/con qué frecuencia: Siga las recomendaciones de dosificación para bloqueadores H2, misoprostol, sucralfato e inhibidores de la bomba de protones. En general, no hay diferencias significativas en su eficacia para prevenir las hemorragias gastrointestinales.
Cuándo suspenderlo: Suspenderlo si hay intolerancia, aparecen efectos no deseados o si el AINE ya no es necesario.
Control del dolor postoperatorio con opiáceos
Para las personas que se recuperan de una intervención quirúrgica, se aconseja el uso de opiáceos para la fascitis plantar postoperatoria, pero sólo durante un breve periodo en los días iniciales tras la intervención, no superior a siete días.
Cuando: Específicamente para controlar el dolor postoperatorio.
Cuánto/con qué frecuencia/durante cuánto tiempo: Siga las recomendaciones del fabricante en cuanto a frecuencia y dosis, tanto si la toma está programada como si es necesaria. Por lo general, se recomiendan pautas cortas, reduciéndolas a la noche si es necesario, y dejándolas por completo.
Cuándo dejar de tomarlo: Dejar de tomarlo siguiendo las pautas de frecuencia y dosificación recomendadas. La idea general es el uso a corto plazo, con disminución progresiva hasta el uso nocturno y la interrupción final.
Por qué: No hay pruebas sólidas que apoyen el uso de opiáceos para el dolor plantar agudo, subagudo o persistente del talón. La mayoría de los pacientes con fascitis plantar no experimentan un dolor lo bastante intenso como para justificar los riesgos asociados a los opiáceos. Sin embargo, para aquellos que no encuentran un alivio adecuado con los AINE, el uso de opiáceos con precaución en el postoperatorio inmediato, especialmente por la noche, podría ser beneficioso para el sueño y la rehabilitación temprana.
Omitir los glucocorticosteroides para el dolor de talón
Los glucocorticosteroides orales o intramusculares no se recomiendan para tratar el dolor de talón agudo, subagudo o crónico.
Por qué: Se carece de pruebas que respalden su uso en este contexto, a pesar de su eficacia en otros tratamientos diversos.
Parches de Lidocaína: No son la solución para el dolor de la fascitis plantar
Cuando se trata de tratar una fascitis plantar postoperatoria, crónica, subaguda o aguda, no se recomienda utilizar parches de lidocaína.
Por qué: Las pruebas no respaldan su eficacia en el tratamiento de la fascitis plantar.
Descartar el enyesado para la fascitis plantar persistente
El enyesado no se aconseja como solución para tratar la fascitis plantar crónica.
Optar por férulas nocturnas para el dolor plantar persistente en el talón
En caso de molestias plantares persistentes o subagudas en el talón, se recomienda el uso de férulas nocturnas. Resulta especialmente útil para aliviar brevemente el dolor y la rigidez asociados a la fascitis plantar subaguda o crónica.
Frecuencia y duración: Utilice férulas nocturnas todas las noches, mientras demuestren su eficacia, medida por la mejoría de los síntomas y la función con atención médica.
Cuándo interrumpirlo: Interrumpirlo cuando las férulas dejen de ser eficaces, si hay efectos secundarios, intolerancia o si hay incumplimiento del tratamiento.
Rehabilitación para el dolor plantar del talón
Rehabilitación tras una lesión laboral
La rehabilitación tras una lesión laboral debe centrarse en restablecer las capacidades funcionales necesarias para las responsabilidades cotidianas y laborales del paciente, con el objetivo de que recupere su estado anterior a la lesión en la medida de lo posible.
La terapia activa implica la participación activa del paciente en actividades o tareas específicas, que requieren un esfuerzo interno. Por el contrario, la terapia pasiva consiste en modalidades administradas por un terapeuta sin que el paciente realice ningún esfuerzo.
Es importante dar prioridad a las intervenciones activas sobre las pasivas, ya que los programas de terapia activa se consideran más eficaces para conseguir ganancias funcionales objetivas.
Como parte del proceso de curación en curso, se debe animar a los pacientes a continuar la terapia activa y pasiva en casa para mantener las mejoras. El uso de tecnología asistencial puede considerarse un paso adicional para promover mejoras funcionales.
Imanes para el dolor plantar del talón
No se recomienda el uso de imanes para aliviar el dolor plantar del talón de forma repentina, gradual o persistente.
Ejercicios de estiramiento para la fascitis plantar
Los ejercicios de estiramiento se recomiendan para el tratamiento de la fascitis plantar, ya sea crónica, subaguda o aguda.
Con qué frecuencia/cuánto tiempo: No se establece un límite de tiempo específico, pero se sugieren tres sesiones de diez minutos al día.
Cuándo interrumpir: Interrumpir si los ejercicios resultan ineficaces, si hay efectos secundarios, intolerancia o si no se cumple la rutina recomendada.
Vendaje del talón para la fascitis plantar o el dolor de talón
El vendaje del talón se recomienda como medida temporal para la fascitis plantar aguda o subaguda o el dolor de talón.
Cuándo: Es adecuado para pacientes sin alergias a los adhesivos.
Frecuencia y duración: Aplicar cinta adhesiva diariamente durante una a cuatro semanas.
Cuándo interrumpirlo: Interrumpirlo cuando se resuelva el problema, si surgen consecuencias negativas, si hay incumplimiento o al completar un curso de tratamiento de cuatro semanas.
Vendaje del talón para la fascitis plantar persistente o el dolor de talón
El uso del vendaje del talón se recomienda para tratar las molestias persistentes del talón plantar o la fascitis, pero es importante tener en cuenta que su eficacia sólo proporciona un alivio mínimo del dolor a corto plazo. Debido al riesgo de irritación cutánea, degradación y sensibilización, el encintado suele sugerirse para un uso a corto plazo. Se aconseja como medida temporal que debe utilizarse junto con terapias alternativas no quirúrgicas.
Acupuntura para la fascitis plantar
La acupuntura no se recomienda como tratamiento para la fascitis plantar inmediata, a corto plazo o persistente.
Estimulación eléctrica de baja frecuencia para la fascitis plantar
La estimulación eléctrica de baja frecuencia no está recomendada para la fascitis plantar aguda, subaguda o crónica.
Terapia con ondas de choque extracorpóreas (ESWT) para la fascitis plantar persistente
La ESWT se recomienda a las personas con fascitis plantar crónica que no han respondido a otros tratamientos. Los pacientes suelen experimentar al menos seis meses de molestias y no han encontrado alivio con el ejercicio activo y pasivo, los AINE y las inyecciones de glucocorticosteroides. La decisión de utilizar la ESWT no se ve influida por la presencia o ausencia de espolón calcáneo.
Frecuencia/duración: Existen varios procedimientos terapéuticos, y de una a tres sesiones pueden resultar adecuados y eficaces.
Cuándo parar: Interrumpir en caso de disputas, problemas de tolerancia o incumplimiento.
Tratamiento extracorpóreo con ondas de choque para la fascitis plantar aguda o subaguda
La ESWT no se recomienda para el tratamiento de la fascitis aguda o subaguda del pie.
Guía de ultrasonido o fluoroscopia para la terapia de ondas de choque para la fascitis plantar
No se recomienda el uso de ecografía o fluoroscopia como guía para el tratamiento de la fascitis plantar con ondas de choque.
Anestesia local con terapia de ondas de choque altas para la fascitis plantar
Se recomienda el uso de anestesia local con terapia de ondas de choque altas para el tratamiento de la fascitis plantar cuando se combina con ESWT de alta energía.
Anestesia local con terapia de ondas de choque bajas o medias para la fascitis plantar
No se recomienda utilizar anestesia local con terapia de ondas de choque de intensidad baja o media para tratar la fascitis plantar.
Terapia de ondas de choque extracorpóreas radiales para la fascitis plantar crónica
No se recomienda el tratamiento con ondas de choque extracorpóreas radiales para el tratamiento de la fascitis plantar crónica.
Tratamiento radial extracorpóreo con ondas de choque para la fascitis plantar aguda o subaguda
No se recomienda el tratamiento con ondas de choque extracorpóreas radiales para el tratamiento de la fascitis plantar aguda o subaguda.
Iontoforesis con glucocorticosteroides o ácido acético para la fascitis plantar
No se recomienda el uso de iontoforesis con glucocorticosteroides o ácido acético para el tratamiento de la fascitis plantar crónica, subaguda o aguda.
Terapia láser de baja intensidad para la fascitis plantar
La terapia con láser de baja intensidad no se recomienda para el tratamiento de la fascitis plantar crónica o subaguda.
Manipulación para el dolor plantar del talón
No se recomienda la manipulación para tratar el dolor plantar postoperatorio, crónico o subagudo del talón.
Masaje y movilización de tejidos blandos para la fascitis plantar
No se recomienda el uso del masaje y la movilización de tejidos blandos para el tratamiento de la fascitis plantar postoperatoria, crónica, subaguda o aguda.
Fonoforesis para el dolor plantar del talón
No se recomienda la fonoforesis para el tratamiento del dolor plantar quirúrgico, crónico o subagudo del talón.
Ultrasonidos terapéuticos para la fascitis plantar
Los ultrasonidos terapéuticos no se recomiendan para tratar la fascitis plantar postoperatoria, crónica, subaguda o aguda.
Dosis bajas de radiación (radioterapia) para el dolor plantar crónico del talón
No se recomienda el uso de dosis bajas de radiación (radioterapia) para aliviar el dolor plantar persistente en el talón.
Terapia de inyección para el dolor plantar del talón
Inyección de sangre autóloga para la fascitis plantar
No se recomienda la inyección de sangre autóloga para el tratamiento de la fascitis plantar crónica o subaguda.
Inyección de toxina botulínica A para la fascitis plantar
La inyección de toxina botulínica no se recomienda como remedio para la fascitis plantar persistente.
Inyecciones de glucocorticoides para la fascitis plantar crónica
El uso de inyecciones de glucocorticoides se recomienda para el alivio a corto plazo en casos de fascitis plantar grave o difícil de tratar, especialmente cuando han fracasado otros tratamientos no quirúrgicos.
Indicaciones: Fracasos con estiramientos, ejercicio y otras terapias no quirúrgicas para la fascitis plantar moderada a grave.
Frecuencia/duración: Se puede considerar una segunda inyección si el problema es incapacitante, se han agotado todas las demás opciones de tratamiento y el paciente conoce y acepta la posible complicación de la rotura, que puede requerir cirugía.
Inyecciones de glucocorticosteroides para la fascitis plantar aguda o subaguda
No se recomienda el uso de inyecciones de glucocorticosteroides para tratar la fascitis plantar aguda o subaguda.
Guía de la inyección de esteroides con ultrasonido o gammagrafía
No se recomienda guiar la inyección de esteroides con ecografía o gammagrafía; en su lugar, se sugiere la palpación.
Inyecciones de dextrosa hiperosmolar para la fascitis plantar
No se recomienda el uso de inyecciones de dextrosa hiperosmolar para el tratamiento de la fascitis plantar.
Inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) para la fascitis plantar
No se recomienda utilizar inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) para tratar la fascitis plantar. Sin embargo, existe cierto apoyo al uso de PRP en el tratamiento de la fascitis plantar.
Cirugía para el dolor plantar del talón
Cirugía de la fascitis plantar crónica recalcitrante
La cirugía se recomienda en casos seleccionados de fascitis plantar crónicamente resistente. No se favorece ningún método específico sobre otro procedimiento.
Indicaciones: Pacientes con fascitis plantar crónica de moderada a grave que persiste durante al menos seis a doce meses, habiendo agotado sin éxito numerosos tratamientos no quirúrgicos. Los intentos previos con AINE, estiramientos de la fascia plantar, inyecciones y otros tratamientos conservadores no habrán tenido éxito.
Justificación de las recomendaciones: La cirugía se aconseja como intervención cuando se han utilizado otros tratamientos no quirúrgicos durante al menos seis meses, y la gravedad de los síntomas del paciente justifica los riesgos asociados a la cirugía. Es importante que los pacientes estén bien informados sobre los posibles resultados y las limitaciones de la cirugía.
Cirugía para la fascitis plantar aguda o subaguda
No se recomienda la cirugía para tratar la fascitis plantar aguda o subaguda.
Otra cosa__________
Dispositivos ortopédicos para el dolor plantar del talón
Los dispositivos ortopédicos se recomiendan para tratar las molestias plantares del talón repentinas, graduales o persistentes.
Indicaciones: Indicado para pacientes con fascitis plantar.
Duración/Frecuencia: Se recomienda su uso diario durante dos o tres meses. La interrupción puede producirse si hay resolución, efectos adversos o incumplimiento.
Ortesis a medida para la fascitis plantar
Las órtesis a medida no se recomiendan para la fascitis plantar aguda, subaguda o crónica.
Ortesis para la prevención de la fascitis plantar o trastornos de las extremidades inferiores
No se recomienda el uso de órtesis para la prevención de problemas de las extremidades inferiores, incluida la fascitis plantar.
Criocirugía para el dolor plantar del talón
La criocirugía no se recomienda para aliviar el dolor plantar persistente en el talón.
Terapia de ondas de choque neumática intracorpórea (IPST) para la fascitis plantar crónica selecta
El IPST se recomienda para el tratamiento de determinadas fascitis plantares crónicas, como alternativa al tratamiento quirúrgico en los casos más rebeldes.
Indicaciones: Aconsejado para pacientes con espolón calcáneo visible que no han respondido a diversos tratamientos no quirúrgicos como AINE, inyecciones, estiramientos y otros ejercicios (incluida la férula nocturna).
Fenestración calcánea percutánea para el dolor plantar crónico del talón
No se recomienda la fenestración percutánea del calcáneo para aliviar el dolor plantar persistente en el talón.
Microtenotomía por radiofrecuencia para la fascitis plantar crónica
No se recomienda la microtenotomía por radiofrecuencia para el tratamiento de la fascitis plantar crónica.