Las directrices elaboradas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York están ahí para echar una mano a médicos, podólogos y expertos sanitarios a la hora de administrar el tratamiento adecuado para la tendinopatía de Aquiles.
Los profesionales de la salud pueden basarse en estas directrices de la Junta de Compensación de los Trabajadores de Nueva York para determinar la mejor atención para las personas que sufren problemas de tobillo y pie.
Es importante señalar que estas directrices no sustituyen la sabiduría y los conocimientos de los profesionales sanitarios. La última palabra sobre las decisiones asistenciales corresponde al paciente, junto con su profesional sanitario, en función de su situación y necesidades particulares.
Tendinopatía de Aquiles
El tendón de Aquiles, el mayor y más resistente del cuerpo, une los músculos sóleo y gastrocnemio de la pierna al talón en el hueso calcáneo. Afecciones como la tendinitis de Aquiles, la tendinosis o la tendinopatía provocan dolor en este tendón crucial. Es el responsable de permitir la flexión plantar del tobillo, y cuando el tendón de Aquiles tiene problemas, caminar puede convertirse en todo un reto.
Cuando se trata de tratar problemas dolorosos del tendón de Aquiles, el enfoque inicial es no quirúrgico. Actuar pronto se considera vital porque las enfermedades crónicas pueden complicar y hacer más imprevisible el proceso de tratamiento.
Estudios diagnósticos para la tendinopatía de Aquiles en pacientes de compensación laboral
Uso de radiografías para diagnosticar trastornos del tendón de Aquiles, bursitis retrocalcánea o traumatismo contuso o sospecha de fractura
Se recomienda optar por las radiografías para diagnosticar trastornos del tendón de Aquiles, bursitis retrocalcánea o evaluar traumatismos contusos o sospechas de fracturas. Esto es especialmente útil para identificar trastornos insercionales del tendón de Aquiles o bursitis retrocalcánea, y puede revelar características significativas como un espolón calcáneo posterior.
Razón de ser de la recomendación: Las radiografías no son muy buenas para detectar problemas en los tejidos blandos, por lo que son menos idóneas para problemas en los tendones de la porción media sin traumatismos ni sospecha de fracturas. Para una comprensión más exhaustiva, las resonancias magnéticas o los ultrasonidos son más adecuados, pero para los problemas de inserción, hay que limitarse a las radiografías simples, ya sea por daño agudo o por tendinopatía del tendón de Aquiles.
Uso de la ecografía para diagnosticar la tendinopatía del tendón de Aquiles
Se recomienda utilizar la ecografía para diagnosticar la tendinopatía del tendón de Aquiles, sobre todo para detectar líquido en la bursa retrocalcánea y localizar la tendinopatía del tendón de Aquiles. También puede ser muy útil para distinguir entre paratenonitis y tendinosis.
Razón de ser de la recomendación: Cuando se trata de una tendinopatía de la porción media, la ecografía es la herramienta diagnóstica de referencia.
Resonancia magnética (RM) para el diagnóstico de la tendinopatía aquílea
Se recomienda recurrir a la RM para diagnosticar las tendinopatías del tendón de Aquiles, incluidas la bursitis retrocalcánea, la tendinosis y la paratenonitis. Las resonancias magnéticas ofrecen una visión detallada de la estructura interna del tendón y los tejidos circundantes, destacando características como un paratenón agrandado con adherencias. Según NYS WCB MTG – Trastornos de tobillo y pie 21, las resonancias magnéticas son eficaces para distinguir entre cambios inflamatorios y degenerativos en los tejidos blandos.
Justificación de la recomendación: Las resonancias magnéticas proporcionan información valiosa sobre la estructura del tendón y los tejidos circundantes, ayudando a distinguir entre cambios inflamatorios y degenerativos de los tejidos blandos.
Uso de la tomografía computarizada para diagnosticar la tendinopatía del tendón de Aquiles
No es aconsejable confiar en la tomografía computarizada para el diagnóstico de la tendinopatía del tendón de Aquiles, concretamente de la tendinosis. El fundamento de esta recomendación es que la TC carece de eficacia para distinguir entre cambios inflamatorios y degenerativos en los tejidos blandos. La TC no es la opción preferida debido a sus limitaciones en comparación con la información más completa que proporciona la RM.
Medicamentos para la tendinopatía de Aquiles
El uso de ibuprofeno, naproxeno u otros AINE de primera generación se recomienda como primera opción para la mayoría de los pacientes. Si los AINE no son adecuados, el paracetamol (o su equivalente, el paracetamol) podría ser una alternativa viable, aunque la mayoría de las investigaciones sugieren que sólo es ligeramente menos eficaz que los AINE.
Hay pruebas que indican que los AINE no sólo son menos arriesgados, sino también tan eficaces como los opiáceos como el Tramadol en el tratamiento del dolor.
Antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para el tratamiento del dolor agudo, subagudo, crónico o postoperatorio de la tendinopatía de Aquiles Se recomienda optar por los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para el tratamiento del dolor agudo, subagudo, crónico o postoperatorio relacionado con la tendinopatía de Aquiles.
Cuándo utilizarlos: Los AINE se recomiendan para el tratamiento del dolor agudo, subagudo, crónico o postoperatorio de la tendinopatía del tendón de Aquiles. Empieza con medicamentos de venta libre para ver si te alivian.
Con qué frecuencia/durante cuánto tiempo: Muchos pacientes pueden considerar razonable utilizar AINE según sea necesario.
Cuándo suspenderlos: suspenderlos si desaparecen las molestias en el tobillo o el pie, si resultan ineficaces o si aparecen efectos secundarios que obliguen a suspenderlos.
AINE en pacientes propensos a hemorragias gastro intestinales Se aconseja el uso de AINE en pacientes con alto riesgo de hemorragias gastrointestinales. Sin embargo, las personas con un riesgo elevado deben tomar simultáneamente fármacos citoprotectores como el misoprostol, el sucralfato, los bloqueantes de los receptores de histamina de tipo 2 y los inhibidores de la bomba de protones.
Cuándo considerar: Los fármacos citoprotectores deben considerarse para pacientes con un perfil de alto riesgo que necesitan AINE, especialmente para un tratamiento prolongado. Las personas con antecedentes de hemorragia gastrointestinal, los ancianos, los diabéticos y los fumadores corren mayor riesgo.
Frecuencia/Dosificación/Duración: Seguir las dosis y repeticiones recomendadas por el fabricante para bloqueantes H2, misoprostol, sucralfato e inhibidores de la bomba de protones. Existe un consenso general en que no hay diferencias significativas en la eficacia para prevenir las hemorragias gastrointestinales.
Cuándo suspender: Suspender si hay intolerancia, aparición de efectos adversos o si es necesario suspender los AINE.
AINE para pacientes propensos a efectos adversos cardiovasculares Cuando se trata de pacientes con antecedentes de enfermedad cardiovascular o múltiples factores de riesgo cardiovascular, es importante discutir los pros y los contras del tratamiento con AINE para controlar el dolor.
AINE para pacientes propensos a los efectos adversos cardiovasculares Para los pacientes con riesgo de efectos secundarios cardiovasculares, es aconsejable considerar el paracetamol o la aspirina como medicación de primera línea. En cuanto a los posibles daños para el sistema cardiovascular, empezar con paracetamol o aspirina parece ser la opción más segura.
La elección de aspirina o paracetamol como medicación inicial parece ser la opción más segura en lo que respecta a los posibles efectos secundarios cardiovasculares.
Paracetamol para el tratamiento del dolor agudo, subagudo o crónico de la tendinopatía de Aquiles Se recomienda el paracetamol para el tratamiento del dolor agudo, subagudo o crónico de la tendinopatía de Aquiles, especialmente en personas con afecciones médicas que hacen que los AINE no sean adecuados.
Cuándo utilizarlo: Adecuado para cualquier persona que experimente dolor en el pie/tobillo, incluidos aquellos con dolor postoperatorio, crónico y subagudo.
Dosis/Frecuencia: Seguir las recomendaciones del fabricante; utilizar según sea necesario. Existen pruebas de toxicidad hepática para dosis superiores a 4 gm/día.
Cuándo suspenderlo: suspenderlo cuando el dolor, los efectos secundarios o la intolerancia ya no estén presentes.
Corticosteroides s istémicos (preparados orales o intramusculares) para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda, crónica o pos toperatoria del tendón de Aquiles No se recomienda el uso de corticosteroides sistémicos (preparados orales o intramusculares) para el tratamiento de la tendinopatía postoperatoria o crónica del tendón de Aquiles, ni de la tendinopatía aguda, subaguda o crónica.
Corticosteroides s istémicos (preparados orales o intramusculares) para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles aguda, subaguda, crónica o postoperatoria No se recomienda el uso de corticosteroides sistémicos (preparados orales o intramusculares) para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles postoperatoria o crónica, ni de la tendinopatía aguda, subaguda o crónica.
Opiáceos para tratar el dolor de la tend inopatía de Aquiles aguda, sub aguda o crónica No se recomienda el uso de opiáceos para aliviar las molestias de la tendinopatía de Aquiles crónica, subaguda o aguda.
Opiáceos para controlar el dolor tras la cirugía del tendón de Aquiles El uso de opiáceos para controlar el dolor tras la cirugía del tendón de Aquiles se recomienda durante un breve periodo, no superior a siete días. Es adecuado para pacientes que han sido operados del tendón de Aquiles o han sufrido complicaciones quirúrgicas.
Cuándo utilizar: Tratamiento del dolor postoperatorio.
Frecuencia/Dosificación/Duración: Siga la frecuencia y dosis recomendadas por el fabricante; el tratamiento completo no debe exceder de siete días.
Cuándo suspenderlo: suspenderlo cuando el dolor desaparezca o cuando se haya conseguido un tratamiento adecuado del dolor con tratamientos alternativos como los AINE. También hay que interrumpirlo si hay intolerancia, efectos secundarios negativos, falta de beneficios o si no hay progresos al cabo de unas semanas.
Razonamiento de las recomendaciones: La mayoría de las personas con tendinopatía del tendón de Aquiles no suelen experimentar dolor intenso que requiera el uso de opiáceos. Quienes sufran molestias importantes deben someterse a pruebas para descartar otras afecciones. Los opiáceos no deben utilizarse de forma rutinaria.
Vitaminoterapia para tratar la tendinopatía de Aquiles No se recomienda utilizar la vitaminoterapia para el tratamiento del dolor agudo, subagudo o a largo plazo de la tendinopatía de Aquiles.
Opiáceos para controlar el dolor tras la cirugía del tendón de Aquiles El empleo de opiáceos para controlar el dolor tras la cirugía del tendón de Aquiles se recomienda para una duración corta, no superior a siete días. Es adecuado para el tratamiento del dolor postoperatorio o en casos en los que los pacientes han sufrido complicaciones quirúrgicas.
Cuándo utilizar: Tratamiento del dolor postoperatorio.
Frecuencia/Dosificación/Duración: Siga la frecuencia y dosis recomendadas por el fabricante; el tratamiento completo no debe exceder de siete días.
Cuándo suspenderlo: suspenderlo cuando el dolor desaparezca o cuando se haya conseguido un tratamiento adecuado del dolor con tratamientos alternativos como los AINE. También hay que interrumpirlo si hay intolerancia, efectos secundarios negativos, falta de beneficios o si no hay progresos al cabo de unas semanas.
Razón de ser de las recomendaciones: La mayoría de las personas con tendinopatía del tendón de Aquiles no suelen experimentar dolor suficiente como para necesitar analgésicos. Las personas con molestias importantes suelen someterse a pruebas para descartar otras afecciones. Los opiáceos no deben utilizarse de forma regular.
Vitaminoterapia para tratar la tendinopatía de Aquiles No se recomienda utilizar la vitaminoterapia para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles, ni como medida terapéutica ni como prevención.
Terapia con altas dosis de vitaminas para prevenir la tendinopatía del tendón de Aquiles No se recomienda la terapia con altas dosis de vitaminas para prevenir la tendinopatía del tendón de Aquiles.
AINE tópicos para tratar la tendinopatía aguda, subaguda o crónica del tendón de Aquiles Se recomienda el uso de AINE tópicos para tratar la tendinopatía aguda, subaguda o crónica del tendón de Aquiles.
Parches de lidocaína para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda, crónica o postoperatoria del tendón de Aquiles No se recomienda el uso de parches de lidocaína para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda, crónica o postoperatoria del tendón de Aquiles. Esto incluye el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles postoperatoria o crónica, así como la tendinopatía de Aquiles aguda, subaguda o crónica.
Tratamientos para la tendinopatía de Aquiles
Crioterapia para tratar la tendinopatía aguda, subaguda, crónica o postoperatoria del tendón de Aquiles Se recomienda utilizar la crioterapia para tratar la tendinopatía aguda, subaguda, crónica o postoperatoria del tendón de Aquiles. Esto se aplica a todos los pacientes con tendinopatía de Aquiles.
Cuándo utilizarlo: Indicado para todos los pacientes con tendinopatía del tendón de Aquiles.
Frecuencia y duración: Siga la frecuencia y duración recomendadas.
Cuándo interrumpir: Interrumpir cuando se resuelva el problema, en presencia de efectos adversos o si el incumplimiento se convierte en un problema.
Terapia de calor para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda, crónica o postoperatoria del tendón de Aquiles Se recomienda el uso de la terapia de calor para la tendinopatía aguda, subaguda, crónica o postoperatoria del tendón de Aquiles. Esto se aplica a todos los pacientes con tendinopatía de Aquiles.
Cuándo utilizarlo: Indicado para todos los pacientes con tendinopatía del tendón de Aquiles.
Frecuencia/Duración: Aplicar aproximadamente de tres a cinco veces al día según sea necesario.
Cuándo interrumpir: Interrumpir cuando se resuelva el problema, en presencia de efectos adversos o si el incumplimiento se convierte en un problema.
Movilización / Inmovilización para la tendinopatía de Aquiles
Rehabilitación para la tendinopatía de Aquiles
Si es necesaria una terapia formal supervisada debido a una lesión relacionada con el trabajo, la atención debe centrarse en restablecer las capacidades funcionales necesarias para que la persona pueda realizar las actividades cotidianas y reincorporarse al trabajo. El objetivo último es devolver al trabajador lesionado a su estado anterior a la lesión en la medida en que sea práctico.
La terapia activa implica que el paciente participe activamente en una actividad o tarea específica, realizando un esfuerzo interno. Por otro lado, la terapia pasiva se basa en modalidades administradas por un terapeuta, sin que el paciente realice ningún esfuerzo por su parte.
Aunque las terapias pasivas pueden acelerar un programa de terapia activa y conducir a ganancias funcionales concurrentes, debe darse prioridad a las iniciativas activas sobre las intervenciones pasivas.
Para mantener los niveles de mejoría alcanzados, es aconsejable que el paciente continúe con las terapias activas y pasivas en su domicilio como prolongación del proceso terapéutico. Esto garantiza un progreso continuo y ayuda a la persona a mantener sus logros funcionales.
Para mejorar las ganancias funcionales, el uso de dispositivos de asistencia puede integrarse como medida adicional en la estrategia de rehabilitación.
Ejercicio terapéutico – Fisioterapia / terapia ocup acional para la tendinopatía aquílea Se recomienda realizar ejercicios terapéuticos mediante fisioterapia o terapia ocupacional para mejorar la fuerza y la amplitud de movimiento durante las actividades funcionales. La frecuencia, la dosis y la duración dependen de la gravedad de los déficits. Los pacientes con déficits funcionales leves pueden necesitar tan sólo dos o tres visitas en total, mientras que los que presentan déficits más graves pueden necesitar entre 12 y 15 visitas, siempre que haya una mejora funcional objetiva y continuada.
Si se observan deficiencias funcionales persistentes, puede ser necesario superar las 12 a 15 visitas, especialmente si hay pruebas de progreso hacia objetivos funcionales específicos (por ejemplo, amplitud de movimiento, avance de la capacidad para realizar actividades laborales). Debe incorporarse un régimen de ejercicios en casa a la estrategia de rehabilitación y llevarse a cabo junto con la terapia.
Cuándo interrumpir el tratamiento: Interrumpir el tratamiento cuando haya alivio del dolor de la tendinopatía del tendón de Aquiles, intolerancia, ineficacia o incumplimiento.
Terapia con on das de choque extracorpóreas para la tendinopatía crónica y rebelde del tendón de Aquiles Se recomienda el uso de la terapia con ondas de choque extracorpóreas como complemento del ejercicio excéntrico para la tendinopatía crónica y rebelde del tendón de Aquiles.
Indicaciones: Indicado para la tendinopatía de Aquiles recalcitrante de moderada a grave. Los pacientes deben haber probado previamente AINE, ejercicios excéntricos, terapia e inyección(es) local(es).
Frecuencia/Duración: Administrar de tres a cuatro sesiones semanales repartidas en tres o cuatro semanas.
Cuándo suspenderlo: Suspenderlo después de completar el tratamiento recomendado, lograr el alivio de los síntomas, encontrar efectos secundarios, experimentar intolerancia o en casos de incumplimiento.
Terapia con on das de choque extracorpóreas para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda o postoperatoria del tendón de Aquiles No se recomienda el uso de la terapia con ondas de choque extracorpóreas para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda o postoperatoria del tendón de Aquiles.
Acupuntura para tratar la tendinopatía aguda, subaguda, crónica o postoperatoria del tendón de Aquiles No se recomienda la acupuntura para tratar la tendinopatía aguda, subaguda, crónica o postoperatoria del tendón de Aquiles.
Punción seca para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda o crónica del tendón de Aquiles No se recomienda la punción seca para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda o crónica del tendón de Aquiles. Esta recomendación se basa en la existencia de otros métodos eficaces.
Masaje y movilización tendinosa para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles aguda, subaguda, crónica o postoperatoria No se recomienda el uso del masaje y la movilización tendinosa para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles postoperatoria, crónica, subaguda o aguda.
Ultrasonidos terapéu ticos para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles aguda, subaguda, crónica o postoperatoria No se recomienda el uso de ultrasonidos terapéuticos para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles postoperatoria, crónica, subaguda o aguda.
Iontoforesis con glucocorticosteroide para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles aguda, subaguda o crónica La iontoforesis con glucocorticosteroide se recomienda para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles crónica o subaguda.
Indicaciones: La tendinopatía del tendón de Aquiles puede manifestarse de forma aguda, subaguda o crónica.
Frecuencia/Duración: Administrar cuatro tratamientos con dexametasona u otro glucocorticoide repartidos en dos semanas. El ejercicio excéntrico simultáneo debe incorporarse a la terapia.
Cuándo interrumpirlo: Interrumpirlo por razones de eficacia, efectos secundarios, intolerancia o incumplimiento.
Iontoforesis con glucocorticosteroide para la tendinopatía del tendón de Aquiles postoperatoria No se recomienda el uso de iontoforesis con glucocorticosteroide para el tratamiento de la tendinopatía del tendón de Aquiles tras una intervención quirúrgica.
Iontoforesis con AINE para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles aguda, subaguda, crónica o postoperatoria No se recomienda la iontoforesis con AINE para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles postoperatoria, crónica, subaguda o aguda.
Razonamiento de las recomendaciones: La iontoforesis con glucocorticosteroides se recomienda para la tendinopatía aguda, subaguda o crónica del tendón de Aquiles, aunque la evidencia de su eficacia en estas afecciones es limitada y el procedimiento no se ha estudiado formalmente en esos pacientes.
Fonoforesis para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles aguda, subaguda, crónica o pos toperatoria No se recomienda la fonoforesis para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles postoperatoria, crónica, subaguda o aguda.
Terapia láser de baja intensidad para el tratamiento de la tendinopatía crónica selectiva del tend ón de Aquiles La terapia láser de baja intensidad se recomienda para un número limitado de personas con tendinopatía persistente del tendón de Aquiles.
Indicaciones: Por lo general, los pacientes deben haber intentado aliviar la tendinopatía crónica del tendón de Aquiles con AINE, ejercicios excéntricos, iontoforesis e inyecciones.
Frecuencia/Duración: Administrar 12 sesiones a lo largo de 8 semanas. Debe integrarse en la terapia un régimen de ejercicio terapéutico activo concurrente.
Cuándo suspenderlo: Interrumpirlo por razones de eficacia, efectos secundarios, intolerancia o incumplimiento.
Terapia láser de baja intensidad para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda o postoperatoria del tendón de Aquiles No se recomienda la terapia láser de baja intensidad para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda o postoperatoria del tendón de Aquiles. A pesar de que la terapia con láser de baja intensidad cuenta con cierto apoyo en el tratamiento de la tendinopatía del tendón de Aquiles, no se recomienda en estos casos concretos.
Terapia de inyección para la tendinopatía de Aquiles
Inyecciones de glucocorticosteroides (dosis bajas) para la bursitis del paratendón Se recomienda el uso de inyecciones de glucocorticosteroides en dosis bajas como enfoque terapéutico para la bursitis del paratendón.
Indicaciones: Los intentos previos con otras terapias, como los AINE y los ejercicios, deben haber resultado ineficaces o haber dado resultados insatisfactorios.
Frecuencia/Duración: Pueden administrarse hasta tres inyecciones de glucocorticosteroides en un periodo de tres semanas. La segunda y tercera inyección sólo deben administrarse si la primera reduce las molestias y mejora la función.
Cuándo interrumpir: Interrumpir por resolución, intolerancia, resultados desfavorables o falta de beneficios.
Inyecciones de glucocorticosteroides (dosis bajas) para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles aguda, subaguda, crónica o pos toperatoria No se recomiendan las inyecciones de glucocorticosteroides en dosis bajas para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles postoperatoria, crónica, subaguda o aguda.
Inyecciones de plasma rico en plaquetas para la tendinopatía del tendón de Aquiles No se recomienda el uso de inyecciones de plasma rico en plaquetas como tratamiento de la tendinopatía del tendón de Aquiles.
Inyección local de polisulfato de glucosaminoglicano (GAGPS) para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda o postoperatoria del tendón de Aquiles Las inyecciones locales de polisulfato de glucosaminoglicano (GAGPS) no se recomiendan para el tratamiento de la tendinopatía postoperatoria o aguda, subaguda o crónica del tendón de Aquiles. Pruebas limitadas indican posibles beneficios para los pacientes con dolencias crónicas del tendón de Aquiles.
Inyección subcutánea de heparina para el tratamiento de la tendinopatía aguda, subaguda o crónica del tendón de Aquiles No se recomiendan las inyecciones subcutáneas de heparina para el tratamiento de la tendinopatía subaguda o crónica del tendón de Aquiles.