Las directrices presentadas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York proporcionan principios fundamentales para el tratamiento de las laceraciones. Estas directrices están diseñadas para ayudar a los profesionales sanitarios a identificar los enfoques terapéuticos adecuados en el contexto de una evaluación exhaustiva.
Los profesionales sanitarios con experiencia en el tratamiento de laceraciones pueden confiar en las orientaciones esbozadas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo para tomar decisiones bien informadas sobre los métodos terapéuticos más adecuados para sus pacientes.
Es fundamental subrayar que estas directrices no pretenden sustituir el juicio clínico ni la experiencia profesional. La decisión final sobre el tratamiento de la laceración debe ser fruto de la colaboración entre el paciente y su profesional sanitario.
Tratamiento de heridas y laceraciones
El objetivo principal del tratamiento de heridas y laceraciones es prevenir la infección, identificar posibles lesiones nerviosas, tratar las laceraciones tendinosas y lograr un resultado cosméticamente aceptable con una función óptima y la satisfacción del paciente.
Estudios diagnósticos
Rayos X
- Se recomienda: En casos de lesiones traumáticas que produzcan laceraciones cutáneas, para descartar fracturas o cuando se sospeche la presencia de un cuerpo extraño radiopaco.
- Evidencia: Apoyar el uso de radiografías para evaluar laceraciones con sospecha de fractura o cuerpo extraño.
Ultrasonido
- Recomendado: Para evaluar materiales radiolúcidos sospechosos o como alternativa cuando se sospecha un cuerpo extraño radiopaco pero no se detecta en las imágenes radiográficas.
- Evidencia: Apoyando el uso del ultrasonido para la evaluación de cuerpos extraños superficiales sospechosos.
CT
- No recomendado: Para sospecha de cuerpos extraños superficiales.
- Recomendado: Cuando se evalúa la sospecha de materiales radiolúcidos o como alternativa cuando se sospecha un cuerpo extraño radiopaco pero no se detecta en las imágenes radiográficas o ecográficas.
- Evidencia: Apoyando el uso de la TC para evaluar la sospecha de cuerpos extraños superficiales.
Medicamentos
Profilaxis antibiótica
- No recomendado: Para laceraciones no complicadas de mano y antebrazo.
- Evidencia: Falta de recomendación para profilaxis antibiótica.
Antiinflamatorios no esteroideos/paracetamol
Para la mayoría de los pacientes, el ibuprofeno, el naproxeno u otros AINE de antigua generación se recomiendan como medicamentos de primera línea. El paracetamol puede ser una alternativa para los pacientes que no son aptos para los AINE, aunque la evidencia sugiere que es ligeramente menos eficaz. Los AINE se consideran eficaces para aliviar el dolor y son menos perjudiciales que los opiáceos.
AINE para el tratamiento del dolor agudo, subagudo o crónico de la extremidad superior tras la reparación de una laceración
- Recomendado: Para el tratamiento del dolor asociado a la reparación post-laceración de la extremidad superior.
- Indicaciones: Aplicable para dolor agudo, subagudo o crónico post reparación de laceración, con agentes OTC como opción de primera línea.
- Frecuencia/Duración: Según sea necesario, con interrupción al resolverse los síntomas o debido a efectos adversos.
- Indicaciones de interrupción: Resolución de los síntomas, falta de eficacia o efectos adversos que requieran la interrupción.
AINE para pacientes con alto riesgo de hemorragia gastrointestinal
- Recomendado: Para uso concomitante con fármacos citoprotectores en pacientes con alto riesgo de hemorragia gastrointestinal.
- Indicaciones: Considerar para pacientes con perfil de alto riesgo e indicaciones de AINE, especialmente para tratamientos a largo plazo.
- Frecuencia/dosis/duración: Se recomiendan inhibidores de la bomba de protones, misoprostol, sucralfato, bloqueadores H2, con dosis según instrucciones del fabricante. No se creen diferencias sustanciales en la eficacia para prevenir hemorragias gastrointestinales.
- Indicaciones de interrupción: Intolerancia, efectos adversos o interrupción del AINE.
AINE para pacientes con riesgo de efectos adversos cardiovasculares
- Se recomienda: Discutir los riesgos y beneficios del tratamiento del dolor con AINE en pacientes con enfermedad cardiovascular conocida o múltiples factores de riesgo.
- Preferido: Paracetamol o aspirina como tratamiento de primera línea por seguridad cardiovascular.
- AINE preferidos: No selectivos frente a los específicos de COX-2. Para los pacientes que toman dosis bajas de aspirina, los AINE deben tomarse 30 minutos después u 8 horas antes de la aspirina diaria.
Acetaminofén para el tratamiento del dolor de reparación posterior a la laceración de las extremidades superiores
- Recomendado: Para el tratamiento del dolor de reparación post-laceración de la extremidad superior, especialmente en pacientes con contraindicaciones para AINE.
- Indicaciones: Indicado para todos los pacientes con este tipo de dolor, independientemente de que sea agudo, subagudo, crónico o postoperatorio.
- Dosis/Frecuencia: Según las recomendaciones del fabricante, utilizado según sea necesario.
- Indicaciones de interrupción: Resolución del dolor, efectos adversos o intolerancia.
- Uso limitado: Recomendado para una duración breve (menos de siete días) para el tratamiento del dolor agudo y posterior a la reparación de una laceración como terapia coadyuvante junto con tratamientos más eficaces.
- Indicaciones: Para el tratamiento de lesiones agudas y del dolor postoperatorio, los opiáceos pueden prescribirse brevemente como coadyuvantes de tratamientos más eficaces, en particular para uso nocturno.
- Frecuencia/Duración: Se prescribe según sea necesario durante todo el día, más tarde sólo por la noche, y finalmente se retira.
- Justificación de la recomendación: El uso juicioso de opioides puede ser útil para pacientes con insuficiente alivio del dolor con AINE, especialmente para uso nocturno. Los opiáceos se recomiendan para un uso breve y selectivo en pacientes sometidos a reparación de laceración, principalmente por la noche para facilitar el sueño tras la reparación.
Rehabilitación
La rehabilitación necesaria por una lesión laboral debe centrarse principalmente en restablecer la capacidad funcional necesaria para que el paciente pueda cumplir con sus responsabilidades diarias y profesionales, con el objetivo último de volver al trabajo y esforzarse por devolver al trabajador lesionado a su estado anterior a la lesión en la medida de lo posible.
Terapia activa y pasiva
La terapia activa implica esfuerzos internos del paciente para completar ejercicios o tareas específicas, mientras que la terapia pasiva abarca intervenciones que no exigen esfuerzo por parte del paciente, sino que se basan en modalidades administradas por un terapeuta.
Generalmente, las intervenciones pasivas se consideran medidas de apoyo para ayudar al progreso en un programa de terapia activa, consiguiendo simultáneamente ganancias funcionales objetivas. Debe hacerse hincapié en las intervenciones activas frente a las pasivas.
Terapia a domicilio
Se debe guiar a los pacientes para que continúen con las terapias activas y pasivas en casa como una extensión del proceso de tratamiento para mantener los niveles de mejora alcanzados. Además, los dispositivos de asistencia pueden integrarse en el plan de rehabilitación como medidas complementarias para mejorar los logros funcionales.
Terapia activa: Ejercicio terapéutico
Recomendado:Utilizar ejercicios terapéuticos para tratar los déficits funcionales derivados de las laceraciones.
Frecuencia/dosis/duración: El número total de visitas puede oscilar entre dos y tres para pacientes con déficits funcionales leves y entre 12 y 15 para aquellos con déficits más graves, siempre que exista una mejora funcional objetiva continuada documentada.
Si existen déficits funcionales persistentes, pueden estar justificadas más de 12 a 15 visitas con una mejora documentada hacia objetivos funcionales específicos (por ejemplo, mejora de la fuerza de prensión, fuerza de pellizco clave, amplitud de movimiento, avance en actividades relacionadas con el trabajo). Como parte del plan de rehabilitación, debe diseñarse y ejecutarse un programa de ejercicios en casa junto con la terapia.