Comprender los retos visuales y oculomotores en las LCT
El traumatismo craneoencefálico (TCE) suele dar lugar a una serie de problemas visuales y oculomotores. Entre ellos, las dificultades de lectura basadas en la oculomotricidad destacan como un síntoma prevalente en los pacientes con LCT. Las LCT van acompañadas de diversos síntomas visuales, como problemas de enfoque ocular, dificultades para juzgar distancias, diplopía (visión doble), mareos, vértigo, náuseas inducidas por estímulos visuales, mayor sensibilidad al movimiento visual, fotosensibilidad, falta de atención visual, distracción y dificultades para evaluar distancias (tanto relativas como absolutas).
Para abordar estas preocupaciones, un Doctor en Medicina (MD), Doctor en Medicina Osteopática (DO), o Doctor en Optometría (OD) con formación específica y experiencia en alteraciones visuales relacionadas con LCT debe llevar a cabo una evaluación completa de la visión. Esta evaluación emplea técnicas de examen estándar y pruebas complementarias para diagnosticar los trastornos visuales asociados a la LCT. Posteriormente, se diseña un plan de tratamiento que incorpora intervenciones de rehabilitación.
Las intervenciones de rehabilitación pueden abarcar terapia visual, gafas de lectura especializadas, gafas de prisma y/o gafas tintadas, adaptadas para abordar los retos visuales únicos derivados de la LCT.
Evaluación de la visión en pacientes con traumatismo craneoencefálico: Pruebas y recomendaciones
Pruebas de agudeza visual
Para ciertos pacientes con Lesión Cerebral Traumática (LCT), se recomiendan las Pruebas de Agudeza Visual, particularmente en casos de LCT grave o cuando existen preocupaciones sobre los impactos relacionados con la LCT en la visión. Esta evaluación ayuda a identificar los déficits de agudeza visual y suele realizarse una vez. Se puede considerar una evaluación de seguimiento para detectar mejoras o resolución, especialmente en caso de derivación a un especialista por indicación clínica. Las pruebas de agudeza visual sirven como medio principal para evaluar las alteraciones de la agudeza visual, proporcionando información valiosa en la evaluación de los pacientes con LCT.
Potenciales evocados visuales (PEV)
En determinados casos en los que los métodos de prueba más comunes no son viables, se recomiendan los potenciales evocados visuales (PEV) para evaluar el sistema visual. Esto es especialmente aplicable en casos de LCT grave, en los que los métodos convencionales, como las pruebas a pie de cama o las pruebas Snellen, pueden resultar difíciles. La PEV ofrece la ventaja de evaluar el sistema visual y puede utilizarse como evaluación de referencia. Si las anomalías persisten debido a la lesión, un enfoque razonable es realizar pruebas de seguimiento con potenciales evocados visuales.
Pruebas del campo visual
En casos específicos, se recomienda la Prueba de Campo Visual, particularmente cuando hay indicaciones de LCT severa o preocupaciones sobre impactos relacionados con la LCT en los campos visuales, incluyendo déficits reportados. Esta evaluación ayuda a identificar déficits en los campos visuales y suele realizarse una vez. Puede considerarse una evaluación de seguimiento para detectar cualquier mejora o resolución.
Pruebas de percepción visual
Se recomienda el uso selectivo de la Prueba de Percepción Visual para LCT grave o pacientes con LCT y síntomas visuales. Estas pruebas suelen estar indicadas cuando se teme un impacto significativo sobre la visión. La ventaja reside en la identificación de déficits en la interpretación de las entradas visuales. Al igual que otras evaluaciones, la Prueba de Percepción Visual suele realizarse una vez, con la opción de una segunda evaluación para realizar un seguimiento de las mejoras o la resolución.
Angiografía fluoresceínica
En casos específicos, se recomienda la angiografía fluoresceínica para la evaluación de la deficiencia visual asociada al traumatismo craneoencefálico, en la que está indicada la visualización de los vasos sanguíneos retinianos. Esta evaluación suele realizarse una sola vez.
