Las directrices elaboradas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York tienen por objeto ayudar a los profesionales sanitarios a administrar el tratamiento adecuado para la bursitis de hombro.
Adaptadas a los profesionales médicos, estas directrices de la Junta de Compensación de los Trabajadores ofrecen ayuda para determinar el curso de acción correcto para las personas con bursitis de hombro.
Es importante subrayar que estas directrices no sustituyen al juicio clínico ni a la experiencia profesional. La decisión final sobre el tratamiento de la bursitis de hombro debe tomarse en colaboración con el paciente y su profesional sanitario.
Inflamación de la bursa del hombro Visión general
La inflamación, aguda o crónica, de la bursa -una bolsa llena de líquido- puede deberse a factores como traumatismos, sobrecarga crónica, artritis inflamatoria o infección aguda o crónica. Esta afección suele manifestarse con dolor localizado y sensibilidad en el hombro.
Historia y mecanismo de la lesión
- Mecanismo de la lesión: El inicio de los síntomas, la fecha, el mecanismo de aparición y los antecedentes ocupacionales deben correlacionarse con la intensidad, el carácter, la duración y la frecuencia del dolor y el malestar asociados.
- Los antecedentes pueden incluir dolor nocturno, dolor al realizar actividades por encima del hombro, sensación de debilidad en el hombro, tratamiento previo para las molestias que presenta, limitaciones específicas del movimiento y antecedentes familiares pertinentes.
Hallazgos de la exploración física
- La palpación puede provocar sensibilidad localizada en la bursa afectada o en el tendón inflamado.
- Pérdida de movimiento durante la actividad.
- El arco doloroso puede observarse entre 40-120 grados.
- La bursitis puede estar asociada a otros diagnósticos de lesión de hombro como pinzamiento, inestabilidad del manguito rotador, tendinitis, etc.
Pruebas de laboratorio
Recomendado selectivamente en pacientes clínicamente indicados. Las indicaciones incluyen descartar enfermedades sistémicas cuando la presentación clínica indica la necesidad de dichas pruebas. En raras ocasiones, las pruebas podrían incluir velocidad de sedimentación, perfil reumatoide, hemograma completo con diferencial y nivel de ácido úrico en suero. Puede ser necesario un cribado rutinario de otros trastornos médicos, junto con una aspiración bursal con análisis de fluidos.
Procedimientos de prueba: Rayos X
Recomendado selectivamente en pacientes clínicamente indicados. Las indicaciones incluyen la realización de radiografías simples para descartar otra patología del hombro.
Tratamientos no quirúrgicos
- Pueden obtenerse beneficios mediante procedimientos de tratamiento no quirúrgicos, como la inmovilización, el ejercicio terapéutico, la modificación de la ocupación y el puesto de trabajo, la terapia térmica y los ultrasonidos.
- El uso exclusivo de modalidades pasivas debe limitarse a las dos o tres primeras semanas durante la fase aguda de las molestias del hombro y acompañarse de terapias activas tan pronto como sea apropiado.
- La vuelta al trabajo sin actividades por encima de la cabeza y sin levantar peso con el brazo afectado puede permitirse una vez que el médico lo autorice, progresando gradualmente a actividades más pesadas.
- Las modalidades/procedimientos de tratamiento adicionales pueden incluir medicina física y rehabilitación, instrucción en ejercicio terapéutico, técnica de trabajo adecuada, terapia manual, rehabilitación profesional, evaluación profesional y un enfoque de equipo interdisciplinar.
Opciones de medicación
Se pueden considerar medicamentos como antiinflamatorios no esteroideos, esteroides orales y analgésicos.
Inyección intrabursal con esteroides
- Recomendado
- Frecuencia: No más de dos o tres veces al año. Por lo general, basta con una o dos inyecciones.
- Se recomienda un intervalo mínimo de tres semanas entre inyecciones.
- Duración máxima: Limitada a tres inyecciones anuales en el mismo lugar.
Procedimientos Operativos
- No recomendado
- Para la bursitis pura.