Las directrices establecidas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York están diseñadas para ayudar a los profesionales sanitarios a proporcionar un tratamiento adecuado para los trastornos del tendón bicipital.
Elaboradas para los médicos, estas directrices de la Junta de Compensación de los Trabajadores ofrecen ayuda para determinar el enfoque adecuado para las personas con trastornos del tendón bicipital.
Es fundamental señalar que estas directrices no sustituyen al juicio clínico ni a la experiencia profesional. La decisión final sobre el tratamiento de los trastornos de los tendones bicipitales debe tomarse en colaboración con el paciente y su profesional sanitario.
Visión general de los trastornos del tendón bicipital:
Tendinitis bicipital primaria: La tendinitis bicipital primaria es excepcionalmente rara.
Tendinitis bicipital secundaria: 2) La tendinitis bicipital secundaria suele estar asociada a una tendinitis del manguito de los rotadores o a un síndrome de pinzamiento (consulte las subsecciones de diagnóstico correspondientes).
Subluxación del tendón del bíceps: 3) La subluxación del tendón del bíceps se produce con disfunción del ligamento intertubercular transverso y desgarros masivos del manguito rotador.
Disrupción aguda del tendón: 4) La ruptura aguda del tendón puede ser el resultado de una fuerza de distracción aguda o de la transección del tendón debido a un traumatismo directo.
Evaluación del codo en la lesión del tendón bicipital: La evaluación del codo puede ser necesaria al valorar una lesión del tendón bicipital.
Historia y mecanismo de lesión:
Mecanismo de lesión: Los trastornos del tendón bicipital pueden manifestarse como dolor y/o molestias resultantes del uso repetitivo del hombro o de un traumatismo contuso. La tendinitis bicipital secundaria puede estar relacionada con actividades prolongadas por encima del hombro, flexión repetida del hombro, rotación externa y abducción. Un traumatismo agudo del tendón del bíceps en la cintura escapular también puede provocar una lesión del tendón del bíceps.
Trastornos asociados: Los trastornos del tendón del bíceps pueden coexistir con discinesia escapulotorácica, lesión del manguito rotador, separación de la articulación AC, bursitis subdeltoidea, inestabilidad del hombro u otras patologías del hombro. Los síntomas pueden empeorar con el trabajo que activa el músculo bíceps y también pueden exacerbarse con actividades no relacionadas con el trabajo.
Síntomas: Los síntomas pueden incluir dolor, ardor o dolor punzante en el hombro, particularmente en la porción medial anterior de la cintura escapular. Los síntomas empeoran con las actividades por encima del hombro y que impliquen esfuerzo del bíceps, aliviándose durante el reposo. Los síntomas nocturnos pueden interferir con el sueño durante la inflamación aguda. Los síntomas adicionales incluyen dolor y debilidad durante las actividades del hombro, fenómeno de chasquido con subluxación del tendón y dolor agudo a lo largo de la cabeza larga del bíceps tras un traumatismo repentino. El dolor predominante en el hombro puede tener patrones de derivación que se extienden a estructuras cervicales o distales como el brazo, el codo, el antebrazo y la muñeca.
Hallazgos físicos:
Deformidad en la rotura: Si se pierde la continuidad del tendón (rotura del tendón del bíceps), la inspección del hombro puede revelar deformidad, con el bíceps agrupado.
Sensibilidad y dolor: La palpación puede mostrar sensibilidad a lo largo del trayecto del tendón bicipital. El dolor puede estar presente en el rango final de flexión y abducción, así como durante la activación del tendón del bíceps.
Pruebas de provocación: Los métodos de pruebas provocativas pueden incluir:
- Signo de Yegerson: Dolor a la supinación resistida del antebrazo.
- Test de Speed: Dolor a la flexión resistida del hombro (codo extendido y antebrazo supinado).
- Prueba de Ludington: Dolor con la contracción del bíceps (manos colocadas detrás de la cabeza, hombros en abducción y rotación externa).
Identificación mediante técnicas radiográficas: Los trastornos del tendón bicipital pueden identificarse mediante técnicas radiográficas estándar.
Procedimientos de tratamiento no quirúrgico:
Recomendaciones: Los procedimientos de tratamiento no quirúrgico se recomiendan en función de las indicaciones clínicas.
Reposo y Terapia Termal:
- Pueden obtenerse beneficios mediante el reposo, seguido de procedimientos como la terapia térmica, la inmovilización, la modificación de la ocupación y/o el puesto de trabajo y la terapia manual.
Medicamentos:
- Están indicados los medicamentos, incluidos los antiinflamatorios no esteroideos y los analgésicos. Los narcóticos no suelen recomendarse.
Intervenciones de rehabilitación:
- Las intervenciones de medicina física y rehabilitación deben centrarse en un aumento progresivo de la amplitud de movimiento. Con la mejora de la movilidad y el control del dolor, debe iniciarse un programa de fortalecimiento y puede ser apropiado considerar el regreso al trabajo modificado/limitado. A las 8-11 semanas, una vez restablecido el movimiento completo, se prevé la reincorporación al trabajo.
Inyecciones en tejidos blandos con esteroides:
- Las inyecciones en tejidos blandos (inserción del tendón del bíceps) con corticoides están indicadas si el paciente respondió positivamente a una inyección diagnóstica de un anestésico. No se aconsejan las inyecciones de corticoides directamente en los tendones. Por lo general, basta con una o dos inyecciones, con un intervalo mínimo de tres semanas y un máximo de tres inyecciones anuales en el mismo lugar.
Procedimientos operativos:
Recomendaciones: Los procedimientos quirúrgicos, como la tenodesis o tenotomía artroscópica del bíceps, se recomiendan para pacientes seleccionados en función de las indicaciones clínicas.
Tendinitis bicipital:
- En el caso de la tendinitis bicipital, la intervención quirúrgica se considera tras 12 semanas de tratamiento conservador fallido para corregir los desequilibrios de flexibilidad y fuerza. La acromioplastia puede ser necesaria si persiste el pinzamiento del tendón del bíceps, especialmente con evidencia de un osteofito obstructivo en las radiografías.
Tendón bicipital subluxante:
- La estabilización quirúrgica del tendón bicipital subluxado no suele estar indicada. Antes de plantearse una intervención quirúrgica, deben maximizarse los procedimientos de rehabilitación y las medidas no quirúrgicas.
Interrupción aguda del tendón bicipital:
- La cirugía es más eficaz que los cuidados conservadores para las roturas de espesor total del tendón distal del bíceps.
Procedimientos postoperatorios:
Los procedimientos postoperatorios de los trastornos del tendón bicipital implican un programa de rehabilitación individualizado basado en la comunicación entre el médico, el cirujano y el terapeuta. La rehabilitación, que dura entre 6 y 12 semanas, es necesaria para alcanzar la mejoría médica máxima (MMI).