Las directrices creadas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York tienen por objeto ayudar a los médicos y profesionales sanitarios a ofrecer un tratamiento adecuado para las lesiones de rodilla.
Los profesionales sanitarios pueden basarse en estas directrices de la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo para tomar decisiones informadas sobre los cuidados óptimos para las personas que sufren una lesión de rodilla.
Es importante señalar que estas directrices no sustituyen al juicio clínico ni a la experiencia profesional. El paciente, en colaboración con su profesional sanitario, es responsable de tomar la decisión final sobre su atención.
Estudios de Diagnóstico por la Imagen: Principios generales
Como se detalla en la sección A-13 de los Principios Generales, la elección de los estudios de diagnóstico por imagen depende de la presentación clínica específica y del juicio clínico. Puede haber casos en los que sea clínicamente necesario repetir el diagnóstico por imagen o realizar un diagnóstico alternativo. Tales casos incluyen, pero no se limitan a, situaciones en las que una prueba previa es de mala calidad y/o no diagnóstica, la situación clínica cambia (por ejemplo, síntomas nuevos o que empeoran, preparación para cirugía o inyecciones terapéuticas, etc.), o se requiere monitorizar el progreso clínico (por ejemplo, postoperatorio) o el deterioro a lo largo del tiempo. La elección prudente de procedimiento(s) o de un orden secuencial adecuado en múltiples procedimientos garantiza la máxima precisión diagnóstica, minimiza los efectos adversos en los pacientes y fomenta la eficiencia clínica. La repetición de los procedimientos aumenta la dosis de radiación acumulada y los riesgos asociados. Los procedimientos de diagnóstico por imagen presentan diversos grados de sensibilidad y especificidad para cualquier diagnóstico. La selección e interpretación de los estudios de imagen debe basarse en la historia clínica, el examen físico y el juicio clínico.
Elección de procedimientos de diagnóstico por imagen
Aunque las radiografías simples suelen ser un punto de partida útil, no siempre son suficientes. La resonancia magnética (RM), la artrografía o la tomografía axial computarizada (TAC) tras la artrografía pueden proporcionar información valiosa sobre diversos trastornos de la rodilla. En determinadas circunstancias, como se ha mencionado anteriormente, puede estar justificada la repetición o la obtención de imágenes alternativas. La elección de un procedimiento u otro suele depender de múltiples factores. Cuando sea necesario, se pueden emplear estudios de imagen adicionales para una mayor evaluación de la extremidad inferior en función del mecanismo de la lesión, los síntomas y los antecedentes del paciente. Los siguientes estudios se enumeran por orden de frecuencia de uso, no de importancia.
Imágenes por resonancia magnética (MRI)
Recomendado – en pacientes seleccionados.
Indicaciones: La Resonancia Magnética (RM) ofrece una visualización más definitiva de las estructuras de los tejidos blandos, incluidos ligamentos, tendones, cápsula articular, meniscos y estructuras cartilaginosas articulares, en comparación con los rayos X o la Tomografía Axial Computarizada, especialmente en la evaluación de lesiones traumáticas o degenerativas. El uso de contraste intravenoso o intraarticular puede mejorar la definición de determinadas patologías. En general, la RM convencional de alto campo proporciona una resolución superior a la de una exploración de campo inferior (RM de campo abierto). Una exploración de campo inferior puede estar justificada cuando un paciente no cabe en un escáner de campo alto o experimenta claustrofobia excesiva incluso con sedación. Si la resolución es inadecuada en la primera exploración, puede ser necesaria una segunda RM con una técnica diferente. Una resonancia magnética diagnóstica posterior puede implicar la repetición del mismo procedimiento si el médico rehabilitador, radiólogo o cirujano considera que la calidad del estudio inicial es insuficiente para un diagnóstico. Cualquier consulta al respecto debe dirigirse al centro de IRM y/o al radiólogo. La presencia de material ferroso/objetos metálicos en los tejidos es una contraindicación para la realización de una RMN.
Tomografía computarizada (TC)
Recomendado – en pacientes seleccionados.
Indicaciones: La Tomografía Axial Computarizada (TAC) proporciona una excelente visualización del hueso y se utiliza para la evaluación adicional de masas óseas y sospecha de fracturas no claramente identificadas en la evaluación radiográfica de ventana. El software de reducción de la dispersión de los instrumentos mejora la resolución cuando los artefactos metálicos son un problema. Cuando hay materiales ferrosos/metálicos en los tejidos, debe solicitarse una TC en lugar de una RM. Los exámenes por TC implican la exposición a radiaciones ionizantes, con los riesgos asociados a la radiación.
Tomografía lineal
No recomendado
gammagrafía ósea (gammagrafía ósea con radioisótopos)
Recomendado – en pacientes seleccionados.
Indicaciones: La captación de difosfonato 99MTecnecio refleja la actividad osteoblástica y puede ser beneficiosa en traumatismos, tumores óseos metastásicos o primarios, fracturas por estrés, fracturas ocultas, osteomielitis y lesiones inflamatorias. Sin embargo, no puede distinguir entre estas entidades.
Otras exploraciones con radionúclidos
Recomendado – en pacientes seleccionados.
Indicaciones: Las gammagrafías con indio y galio se utilizan normalmente para ayudar en el diagnóstico de lesiones observadas en otros estudios de diagnóstico por imagen. 67Las exploraciones con citrato de galio ayudan a localizar tumores, infecciones y abscesos. La exploración de leucocitos marcados con 111Indium se emplea para localizar infecciones o inflamaciones.
Artrografías
Recomendado – en pacientes seleccionados
Indicaciones: Los artrogramas pueden ser valiosos para evaluar la alteración interna de una articulación, sólo cuando la RM u otras pruebas estén contraindicadas, no se consideren diagnósticas o no estén disponibles. Esta prueba puede ser apropiada en pacientes seleccionados en los que los beneficios clínicos superen los riesgos, y cuando la RM no sea diagnóstica, no esté clínicamente indicada o esté clínicamente contraindicada. Nota: Las posibles complicaciones de esta técnica más invasiva incluyen dolor, infección y reacciones alérgicas.
Otras pruebas
Los estudios que figuran a continuación están ordenados por frecuencia de uso, no por importancia.
Electromiografía (EMG) y estudios de la velocidad de conducción nerviosa (VCN)
Recomendado – en pacientes seleccionados.
Indicaciones: Los estudios electrodiagnósticos tienen un uso limitado en los trastornos de rodilla. Se recomienda y es preferible que el EDX en el ámbito ambulatorio sea realizado e interpretado por médicos certificados en Neurología o Medicina Física y Rehabilitación.
Potenciales evocados somatosensoriales (SSEP)
No recomendado
Ultrasonografía Doppler/Pletismografía
Recomendado – en pacientes seleccionados.
Indicaciones: La ultrasonografía/pletismografía Doppler es valiosa en el diagnóstico de enfermedades arteriales y venosas en la extremidad inferior y debe considerarse antes de realizar estudios venográficos o arteriográficos más invasivos. El Doppler es menos sensible para detectar la trombosis venosa profunda en la zona del músculo de la pantorrilla. Si la prueba es inicialmente negativa, debe repetirse una ecografía 7 días después de los síntomas iniciales para descartar una trombosis poplítea. También es útil para diagnosticar una masa poplítea cuando la RM no está disponible o está contraindicada. Nota: Un estudio Doppler es útil para investigar el espacio poplíteo en busca de masas. Algunos médicos pueden utilizar la ecografía para guiar los procedimientos diagnósticos y las aspiraciones de colecciones de líquido loculadas.
Venograma/Arteriografía
Recomendado – en pacientes seleccionados.
Indicaciones: La venografía/arteriografía es beneficiosa para investigar lesiones o enfermedades vasculares, incluida la trombosis venosa profunda. Las posibles complicaciones pueden incluir dolor, reacciones alérgicas y trombosis venosa profunda.