Directrices de tratamiento médico del Estado de Nueva York para la detección y las pruebas en pacientes con indemnizaciones por accidentes laborales

Las directrices proporcionadas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York ofrecen principios fundamentales para llevar a cabo procedimientos de detección y pruebas. Estas directrices están diseñadas para ayudar a los profesionales sanitarios a identificar los métodos adecuados para evaluar diversas afecciones en el contexto de una asistencia sanitaria integral.

Los profesionales sanitarios con experiencia en cribado y pruebas pueden basarse en las orientaciones esbozadas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo para tomar decisiones informadas sobre los enfoques más adecuados para sus pacientes.

Es fundamental subrayar que estas directrices no pretenden sustituir al juicio clínico ni a la experiencia profesional. Los procesos de cribado y pruebas deben implicar la colaboración entre el profesional sanitario y el paciente.

Herramientas de detección

Herramienta recomendada – PHQ-9:

  • El PHQ-9 se recomienda para identificar posibles trastornos depresivos en pacientes de riesgo.
  • El juicio clínico puede bastar para establecer el diagnóstico, haciendo innecesario el PHQ-9 en algunos casos.

Ventajas:

  • La identificación precoz de posibles trastornos depresivos facilita la orientación de los pacientes a los servicios de salud mental adecuados para la confirmación del diagnóstico y la prevención del suicidio.

Frecuencia/dosis/duración:

  • Por lo general, basta con una única administración del PHQ-9. Puede estar justificado repetir el cribado si cambian los síntomas, pero no se aconseja un cribado rutinario.
  • La correlación clínica es esencial, ya que las herramientas de cribado por sí solas no pueden diagnosticar el DDD; el diagnóstico requiere una evaluación exhaustiva, que incluya una historia clínica y una entrevista clínica minuciosas.

 

Supervisión

Recomendado: PHQ-9 con Indicadores Clínicos:

  • El PHQ-9, junto con los indicadores clínicos, se recomienda para supervisar el progreso del tratamiento en la DDD.
  • Los pacientes con DDD deben ser controlados mensualmente después de iniciar o cambiar el tratamiento hasta la remisión, definida como una puntuación PHQ-9 de cuatro o menos sostenida durante al menos un mes.
  • El seguimiento debe continuar periódicamente tras la remisión para detectar recaídas, recurrencias o riesgo de suicidio.

Ventajas:

  • Las puntuaciones del PHQ-9 orientan las decisiones terapéuticas al evaluar la gravedad de la depresión y la respuesta al tratamiento.
  • El seguimiento debe abarcar la evaluación de los síntomas, la cumplimentación del PHQ-9, el cumplimiento de la medicación y la psicoterapia, y el seguimiento de los efectos adversos.

 

Pruebas psicométricas

Recomendado:

  • Se aconseja realizar pruebas psicométricas a las personas con signos de DDD y posibles afecciones psiquiátricas comórbidas como trastornos de ansiedad, trastorno bipolar o trastornos por consumo de sustancias.
  • Proporciona pruebas de posibles trastornos depresivos y otras afecciones mentales, ayudando a dirigir a los pacientes a los servicios adecuados.

Frecuencia/dosis/duración:

  • Suele administrarse una vez, a menos que se produzcan cambios sintomáticos significativos, y requiere la administración profesional de un experto en salud mental.

 

Pruebas farmacogenómicas

Recomendado:

  • Las pruebas farmacogenómicas se recomiendan para pacientes seleccionados con Trastorno Depresivo Mayor (TDM) que son resistentes al tratamiento a pesar del uso previo de antidepresivos o experimentan intolerancia repetida a los efectos secundarios de los antidepresivos.
  • La evaluación, en particular de CYP2D6 y CYP2C19, está justificada en estos casos.
Ir al contenido