Crepitación articular y relevancia en la artritis

El crepitante es un sonido o sensación de crujido o chirrido que se percibe en una articulación al moverla. Es frecuente en la vejez, pero no todos los crepitantes articulares significan una enfermedad subyacente.

Sin embargo, cuando se asocia a dolor o hinchazón, el crepitante articular suele denotar daño articular. La artritis es una causa frecuente de crepitación, sobre todo entre las personas mayores.

Anatomía articular

Una articulación se forma donde se unen dos huesos, por ejemplo, una articulación de rodilla se forma cuando el extremo inferior del hueso del muslo (fémur) se une al extremo superior del hueso de la espinilla (tibia). Del mismo modo, la articulación del hombro se forma entre el extremo superior del hueso del brazo y la cavidad formada por el omóplato. Además de los huesos, numerosas estructuras forman una articulación.

  • Cartílago articular: Es un tejido blanco liso y brillante que recubre los extremos de los huesos que forman una articulación. Es resistente pero lo suficientemente flexible para amortiguar el deslizamiento de los huesos durante el movimiento. Además, ayuda a reducir la fricción al actuar como una superficie resbaladiza que permite movimientos suaves de la articulación.
  • Ligamentos: Tejido resistente que une dos huesos proporcionando estabilidad dinámica y estática a una articulación.
  • Menisco: Forma especial de cartílago presente como almohadilla entre la articulación de la rodilla. En una articulación normal que soporta peso, como la rodilla, la atraviesan fuerzas de hasta 8 veces el peso corporal, el menisco actúa como amortiguador de la fuerza.
  • Músculos y tendones: Proporcionan apoyo estructural y estabilizador a las articulaciones. En una rodilla, una articulación gran grupo de músculos, los cuádriceps en la parte delantera y los isquiotibiales en la parte posterior proporcionan apoyo constante para el movimiento normal de la articulación.
  • Cápsula articular y líquido sinovial: La cápsula articular sella la articulación y contiene líquido sinovial. Se trata de un líquido transparente y pegajoso que lubrica las articulaciones y nutre los cartílagos.

Causas e importancia del crepitus articular

El sonido, que puede ser lo suficientemente alto como para que lo oigan los demás o más bajo, puede deberse a la rotura de una estructura sobre una articulación, que puede ser un tendón o un ligamento. Lo más frecuente es que se deba al desgaste de las dos superficies articulares, como ocurre en la artritis.

Un chasquido debido a la rotura de pequeñas burbujas en la articulación no es síntoma de una enfermedad subyacente. Sin embargo, los crepitantes que cursan con dolor o hinchazón progresivos deben justificar una visita al médico.

Causas de la artritis

La artritis por desgaste relacionada con la edad, denominada artrosis o artritis degenerativa, es una fuente frecuente de crepitación articular en la edad avanzada. Otras causas de artritis son la artritis reumatoide, la artritis psoriásica y la gota.

Crepitación en la osteoartritis (OA)

Cuando se producen cambios degenerativos en la articulación, el cartílago articular se erosiona y los huesos rozan entre sí. El rechinamiento constante provoca dolor y crepitación.

La OA afecta a todos los tejidos que forman una articulación sinovial, incluidos el cartílago articular, los músculos, los huesos, la cápsula articular y los ligamentos.

  • OA primaria: Se produce sin ninguna causa subyacente específica, pero el aumento de la edad y la obesidad son factores de riesgo. Además, suele darse con más frecuencia en mujeres.
  • OA secundaria: Cualquier enfermedad o lesión que dañe las estructuras que forman la articulación, especialmente el cartílago articular, conducirá a la osteoartritis. Las causas pueden ser artritis reumatoide, mala alineación de las articulaciones, lesiones de tendones o ligamentos, gota, diabetes mellitus, hemorragias intraarticulares en la hemofilia, acromegalia, lesiones del cartílago, etc.

Etapas de la OA

  • Fase inicial: Al principio se inflama el cartílago, que sufre un desgaste creciente con la edad. El cartílago está formado por estructuras celulares vitales que mantienen una proporción equilibrada de sustancias químicas para su correcto funcionamiento. El equilibrio se pierde con la edad y la inflamación inicial evoluciona hacia fisuras o grietas en el cartílago. El organismo intenta sin éxito formar nuevo cartílago con un mayor aporte sanguíneo.
  • Etapa intermedia: Los nuevos vasos sanguíneos invaden el hueso subyacente al cartílago articular denominado hueso subcondral y aumentan su tamaño. La degradación del cartílago continúa hasta que se rompe y se disuelve en la articulación o aparece en forma de «cuerpos sueltos». El engrosamiento óseo es especialmente más prominente hacia los lados de la articulación formando espolones óseos.
  • Fase tardía: El cartílago articular se pierde con un hueso subyacente engrosado e hinchado. Se desarrollan quistes o cavidades en el hueso y el tejido sinovial aumenta de tamaño debido a la inflamación. Existe un aumento de la presión en las articulaciones.

Síntomas

La artritis primaria puede afectar a varias articulaciones, como las manos, los hombros, las caderas o las rodillas, pero los síntomas no siempre son constantes, sino que pueden aparecer y desaparecer. Puede haber brotes o periodos de remisión. Pero los síntomas son siempre progresivos, es decir, empeoran y su frecuencia aumenta con el tiempo.

  • Dolor: Existe un dolor agudo o sordo persistente localizado en un lado o en toda la articulación. El dolor empeora al final del día debido a la actividad. En el caso de la rodilla, puede ser especialmente mayor con movimientos que fuercen la articulación, como ponerse en cuclillas o subir corriendo las escaleras. En ocasiones, el dolor puede exacerbarse, restringiendo gravemente los movimientos articulares.
  • Crepitación: El chirrido se produce por el roce o el rechinamiento de los huesos subcondrales desnudos de la articulación. Una paz cartilaginosa rota también puede rozar entre la superficie articular y producir crepitación. En las rodillas, las almohadillas de menisco se desgarran en el proceso de OA y la degeneración en curso puede producir el sonido, así como el bloqueo. Al perderse el cartílago articular protector, la articulación deja de deslizarse con suavidad y en su lugar rechina como papel de lija, produciendo crepitación.
  • Hinchazón: La hinchazón aguda con enrojecimiento y dolor puede significar infección o inflamación. La hinchazón es sobre todo OA es generalizada y puede estar asociada a rigidez.
  • Rigidez: Típicamente la rigidez de la articulación se presenta por la mañana o después de periodos prolongados de inactividad. Los movimientos están restringidos y la articulación parece moverse después de iniciar alguna actividad.
    Efecto del tiempo: Algunos brotes son más frecuentes cuando hace frío. El aumento del dolor y la hinchazón no se debe a la temperatura, sino a la presión atmosférica exterior, que disminuye y provoca un aumento de la hinchazón en el interior de la articulación.
  • Restricción de actividades: Los movimientos articulares se pierden gradualmente y ciertos movimientos como ponerse en cuclillas o subir escaleras requieren un gran esfuerzo asociado al dolor. Los músculos que rodean la articulación también se vuelven débiles y frágiles debido a la disminución del movimiento.

Diagnóstico

  • Anamnesis: Se realiza una anamnesis detallada sobre la aparición de los síntomas y las asociaciones.
  • Exploración física: Los médicos realizan diversas pruebas para comprobar los movimientos implicados y la estabilidad de una articulación.
  • Análisis de sangre: Se realizan para descartar enfermedades sistémicas como artritis reumatoide, gota o infecciones.
  • Diagnóstico por imagen: La radiografía suele ser el primer estudio que se realiza para comprobar el espacio articular y el engrosamiento de los huesos. Para una evaluación detallada, puede realizarse un TAC, pero normalmente la resonancia magnética es la investigación más útil. Detalla todas las estructuras del interior de la articulación.
  • Artrocentesis: La aspiración articular o artrocentesis consiste en extraer una pequeña cantidad de líquido sinovial de la articulación mediante una jeringa. A continuación, el contenido del líquido sinovial se somete a pruebas de laboratorio.

Gestión

Depende de la edad, la gravedad de la enfermedad y las exigencias del paciente.

Sin cirugía

  • Pérdida de peso: Repercute directamente en la cantidad de carga transmitida a las articulaciones que soportan peso, como la rodilla y la cadera. El peso corporal influye directamente en la gravedad de los síntomas.
  • Moderación del estilo de vida y fisioterapia: Evitar las actividades que sobrecargan la articulación proporciona alivio. El fortalecimiento de los músculos que rodean la articulación proporciona estabilidad y disminuye los síntomas.
  • Compresas de hielo o almohadillas térmicas: Proporcionan un alivio significativo especialmente durante un brote. La compresión suave con reposo y hielo disminuye el dolor y la hinchazón
  • Antiinflamatorios no esteroideos: Estos medicamentos orales proporcionan un alivio sintomático del dolor y también disminuyen la hinchazón asociada a la OA. Algunos efectos secundarios, como gastritis, úlceras y anticoagulantes, limitan su uso a largo plazo.
  • Inyecciones intraarticulares de esteroides: Se administran en la articulación y disminuyen la inflamación asociada a la OA. Se obtiene un alivio significativo del dolor, pero los efectos desaparecen al cabo de unos meses. Puede ser necesario repetir las inyecciones.
  • Otros: Se han utilizado medicamentos como la glucosamina, el sulfato de condroitina, la diacereína y el ácido hialurónico, pero existen controversias en torno a su beneficio real.

Quirúrgico

  • Desbridamiento artroscópico: Las primeras fases de la OA pueden tratarse mediante un procedimiento artroscópico. Mediante la técnica del ojo de cerradura, se introduce una cámara diminuta junto con los instrumentos. Se eliminan todos los tejidos muertos y los cuerpos sueltos.
  • Osteotomía: La cirugía de corte del hueso se realiza para cambiar la alineación de las fuerzas que actúan sobre la articulación. Disminuye la presión sobre la zona del cartílago afectada por la OA. Útil sólo en las primeras fases de la enfermedad.
  • Sustitución de articulaciones: Las cirugías de artroplastia han revolucionado el tratamiento de la artrosis. Los extremos de las articulaciones se sustituyen o recubren con piezas de metal y plástico. Las piezas protésicas recrean los movimientos articulares.

Prótesis total de cadera

La imagen superior muestra una prótesis total de cadera en un modelo óseo que también muestra la columna vertebral y la pelvis. Los componentes protésicos incluyen un componente femoral metálico que se inserta en el canal femoral, una cabeza femoral metálica/cerámica y un cotilo acetabular con un revestimiento de polietileno.

Componente femoral protésico (prótesis de cadera)

El componente femoral suele encajarse a presión en el canal femoral y en raras ocasiones puede fijarse con cemento óseo.

Se consigue una excelente estabilidad ya que las piezas reduplican la función de ligamentos y meniscos. La alineación de la línea articular se crea tal y como era antes del proceso de la enfermedad. Así se consigue una articulación sin dolor con una amplitud de movimiento casi normal.

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