Tratamiento del SDRC

La Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York ha creado unas directrices para ayudar a los profesionales sanitarios, incluidos médicos y podólogos, a determinar el nivel de atención adecuado para los pacientes con trastornos de tobillo y pie.

Estas directrices no sustituyen al juicio clínico ni a la experiencia profesional, y la decisión final sobre los cuidados debe tomarla el paciente en consulta con su profesional sanitario. Las directrices pretenden garantizar que los trabajadores reciban el tratamiento médico necesario y razonable para sus lesiones laborales.

Se basan en la medicina comprobada y están concebidos para ayudar a restablecer la capacidad funcional del paciente. Las directrices de tratamiento médico de la Junta son una parte esencial del sistema de indemnización de los trabajadores, ya que proporcionan un marco para la prestación de asistencia sanitaria a los trabajadores lesionados.

 

Actividades laborales de gestión de CRPS

A menudo se recomienda modificar las actividades laborales como parte del plan de tratamiento. Una forma de hacerlo es revisar las responsabilidades del puesto para ver si pueden hacerse modificaciones sin notificarlo al empresario. Esto puede ayudar a evitar actividades que puedan agravar significativamente el dolor, al menos durante un tiempo.

Es importante que los pacientes mantengan sus niveles máximos de actividad, incluidas las actividades laborales, ya que ello redunda en su interés clínico y psicológico.

Para determinar la viabilidad, es necesario evaluar el «riesgo», la «capacidad» y la «tolerancia». El término «riesgo» se refiere a lo que un paciente puede realizar pero no debe hacer por la alta probabilidad de sufrir consecuencias graves. Los proveedores fijan los límites del trabajo en función de sus evaluaciones del riesgo.

Es importante determinar lo que un paciente es físicamente capaz de hacer, lo que se denomina su capacidad. Esto puede determinarse evaluando factores como la amplitud de movimiento y la capacidad de ejercicio en equivalentes metabólicos (MET). El paciente, y no el médico, debe determinar si los beneficios del parto compensan los gastos de los síntomas en función de su tolerancia a los síntomas persistentes.

El primer paso para decidir si son necesarios cambios en la actividad laboral es mantener una conversación tanto con el paciente como con su profesional sanitario sobre si tiene o no control sobre sus tareas laborales.

En determinadas situaciones, aunque las molestias sean incapacitantes, puede que no sea necesario redactar algunas restricciones si el trabajador puede recibir ayuda de otra persona.

Según la MTG 34 del NYS WCB sobre el síndrome de dolor regional complejo, la inspección y el análisis del lugar de trabajo por parte de un profesional sanitario con los conocimientos necesarios pueden facilitar la evaluación de las tareas laborales y la posibilidad de realizar ajustes.

Al diseñar las adaptaciones laborales, deben tenerse en cuenta las exigencias físicas del trabajo y la seguridad del mismo, en el ámbito de las circunstancias específicas de cada caso. Si el paciente sabe que se aconseja reposo absoluto u otras formas de inactividad, también debe tenerlo en cuenta.

En algunos casos, puede ser necesario imponer restricciones o prescribir niveles de actividad superiores a los que el paciente considera que puede soportar. En tales circunstancias, debe facilitarse información sobre el SDRC y la necesidad de seguir siendo activo.

Entre las restricciones más comunes se incluyen el ajuste del peso de los objetos que se levantan, la cantidad de actividad física permitida (baja, media o alta), el número de levantamientos y la postura. Cuando se tienen en cuenta las habilidades del paciente, las prescripciones de actividades físicas deben adaptarse a cada individuo porque hay muchos aspectos que deben considerarse.

A continuación se ofrecen algunas sugerencias para las restricciones iniciales de las actividades ocupacionales y extraescolares en las fases iniciales del SDRC grave que afecta a la extremidad superior:

  • Limite el trabajo a dos horas al día.
  • Evite levantar más de dos kilos.
  • Absténgase de utilizar la mano afectada en actividades que requieran mucha repetición o fuerza, como empujar o tirar.

En el caso del SDRC grave que afecta a las extremidades inferiores o a la columna vertebral, las restricciones iniciales para el trabajo y las actividades extraescolares podrían incluir:

  • Limite el trabajo a dos horas al día.
  • No levante más de 5 kilos.
  • Cambie entre estar de pie y sentado según sea necesario.

En las primeras etapas de la terapia, es típico reevaluar estos requisitos de actividad en el hogar y el trabajo cada semana. Se aconsejan aumentos graduales en la actividad para que los pacientes con CRPS puedan retener o recuperar su nivel óptimo de función.

Es preferible explicar temprano durante el tratamiento que las restricciones se aliviarán gradualmente a medida que el paciente mejore. Para disminuir el elemento sorpresa y apoyar activamente los aspectos más cruciales para el paciente de un programa de restablecimiento activo y funcional, los profesionales sanitarios experimentados comunican en la visita actual los cambios previstos en las restricciones para la semana siguiente (como la previsión de aumentos en los componentes del programa de ejercicio).

Debido a la variabilidad de los síntomas y la funcionalidad, prácticamente todos los pacientes con SDRC requieren limitaciones personalizadas. También debe consultarse al empresario a la hora de formular planes para acelerar y facilitar la integración del paciente en el lugar de trabajo.

He aquí algunas sugerencias para pacientes con CRPS:

  • Los pacientes pueden experimentar más dolor incluso al realizar tareas «ligeras» durante las primeras fases de la rehabilitación. Hay que abordar los aumentos de las sensaciones y escuchar con atención las causas de los aumentos importantes del dolor. Para las personas con CRPS, los aumentos en el dolor no siempre indican una lesión.
  • Cualquier limitación tiene por objeto dar tiempo al ejercicio para aumentar la tolerancia a la actividad. Podría ser beneficioso recordar al paciente, si es necesario, que este programa de rehabilitación también le ayudará a recuperar sus funciones vitales normales no ocupacionales.
  • Por el bien del paciente a corto y largo plazo, debe hacerse todo lo posible por mantenerlo en sus niveles más altos de actividad, incluidas las actividades laborales. Independientemente de si se cree que el operador tiene un servicio restringido disponible, las restricciones de la actividad laboral aún deben documentarse.
  • La guía escrita de limitación de actividades transmite el estado del paciente y le indica lo que debe y no debe hacer en casa. Las recomendaciones para el ajuste de la actividad y el tiempo fuera del lugar de trabajo debido al CRPS se muestran en la Tabla 3.

Tenga en cuenta que estas recomendaciones se hacen para pacientes que carecen de afecciones comórbidas u otros problemas que compliquen la situación, como lesiones graves anteriores. Desde el punto de vista de la recuperación fisiológica, son objetivos que sirven de referencia. Cada caso será único.

Tabla 3. Directrices para la modificación de las actividades laborales y la duración de las restricciones

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