Tendinosis y desgarros/roturas del bíceps

Principios de guía general para la tendinosis del bíceps (o tendinitis) y desgarros / rupturas para pacientes de compensación laboral

Las directrices establecidas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York tienen por objeto ayudar a los médicos, podólogos y profesionales sanitarios a administrar el tratamiento adecuado para la tendinosis (o tendinitis) y los desgarros/roturas del bíceps.

Estas directrices constituyen un valioso recurso para los profesionales sanitarios a la hora de determinar el nivel de atención más adecuado para los pacientes con trastornos del tobillo y el pie.

Es importante subrayar que estas directrices no pretenden sustituir la necesidad del juicio clínico o la experiencia profesional. La decisión final sobre la atención al paciente debe ser fruto de la colaboración entre el paciente y su profesional sanitario.

 

Tendinosis (o tendinitis) del bíceps y desgarros/rupturas

La tendinosis (o tendinitis) del bíceps es una verdadera distensión muscular que afecta a la unión músculo-tendinosa del bíceps braquial (consulte el MTG Lesiones de hombro para la tendinitis bicipital y las roturas de hombro). Esta afección suele aparecer cuando se aplica una fuerza excesiva, sobre todo si no se está acostumbrado a tal esfuerzo.

El síntoma principal es un dolor no irradiado en la unión músculo-tendinosa, generalmente sin parestesias. El dolor y la debilidad leve son frecuentes, por lo que se encuentran entre las quejas más frecuentes asociadas a esta enfermedad.

Aunque la tendinitis y la rotura suelen considerarse afecciones distintas, existe un solapamiento considerable entre las roturas leves, moderadas y graves. La gravedad de la rotura se correlaciona directamente con la probabilidad de que sea necesaria una intervención quirúrgica para restablecer una función óptima, sobre todo en personas en edad laboral.

 

Criterios diagnósticos de tendinosis (o tendinitis) del bíceps y desgarros/rupturas

El diagnóstico de la tendinosis del bíceps se basa en la combinación de un acontecimiento desencadenante típico, que a menudo implica un esfuerzo de gran fuerza como un levantamiento máximo o un uso estereotipado no acostumbrado de gran fuerza, y el característico dolor localizado en el codo en las uniones miotendinosas afectadas donde se insertan en el tendón distal del bíceps en la parte inferior de la parte superior del brazo.

El dolor focal es evidente sobre las conexiones impactadas y alteradas, y la presencia de equimosis es una posibilidad, típicamente correlacionada inversamente con la gravedad de la ruptura o desgarro de la unión. En las roturas de bíceps más graves, las uniones miotendinosas pueden desgarrarse hasta el punto de que uno o ambos bíceps braquiales queden completamente desgarrados.

Estas roturas están fuertemente asociadas con la debilidad en la flexión del codo. Un examen físico puede revelar anomalías palpables, como un bíceps que se siente «fibroso» en el lugar de inserción, a menudo acompañado de la presencia de un hematoma.

Estudios diagnósticos

Radiografías como estudios diagnósticos para la tendinosis del bíceps En el caso de los pacientes con tendinosis y desgarros del bíceps, se puede considerar la realización de radiografías para su evaluación, pero lo más habitual es emplear resonancias magnéticas y ecografías.

Motivo de la recomendación: La resonancia magnética o la ecografía suelen ser la opción preferida frente a las radiografías, lo que las convierte en secundarias en el proceso diagnóstico. Sin embargo, las radiografías se recomiendan especialmente en casos de traumatismo agudo para descartar fracturas. Al ser no invasivos, rentables y con escasos efectos secundarios graves, los rayos X se aconsejan para este fin.

IRM para tendinosis o roturas del bíceps Para los casos de roturas o tendinosis del bíceps, se recomienda la IRM.

Indicaciones: Especialmente para pacientes en los que la necesidad de cirugía es incierta, en particular aquellos con tendinosis o roturas del bíceps de leves a graves. Los pacientes con rotura completa no suelen necesitar resonancias magnéticas, ya que con frecuencia no alteran la necesidad de cirugía.

Dado que la prueba no influye significativamente en el plan de tratamiento ni en el pronóstico positivo, los pacientes con desgarros pequeños no suelen necesitar resonancias magnéticas.

Ecografía de la tendinosis del bíceps La ecografía se recomienda para evaluar y diagnosticar la rotura o tendinosis del bíceps.

Indicaciones: Pacientes con tendinosis o roturas del bíceps de moderadas a graves, especialmente cuando la necesidad de cirugía es incierta. Los pacientes con rotura completa no suelen necesitar ecografía diagnóstica, ya que no suele alterar la necesidad de cirugía.

Los pacientes con desgarros menores no suelen necesitar ecografía, ya que el procedimiento no altera el curso del tratamiento ni la probabilidad de un resultado positivo. Por lo general, la ecografía no debe utilizarse como complemento de la RM, ya que no suele aportar información adicional útil.

Justificación de la recomendación: La ecografía diagnóstica es probablemente la segunda prueba de imagen más popular para determinar la gravedad de la tendinitis o rotura del tendón del bíceps, después de la resonancia magnética.

En pacientes con desgarros bastante graves, cuando la extensión de la rotura puede influir en la decisión de una intervención quirúrgica, la ecografía puede ser útil para evaluar la necesidad de una intervención quirúrgica.

 

Medicamentos para la tendinosis del bíceps

El ibuprofeno, el naproxeno u otros AINE de una generación anterior se recomiendan como tratamiento inicial para la mayoría de los pacientes. El paracetamol (o el análogo paracetamol) puede ser una alternativa viable para los pacientes que no son aptos para los AINE, aunque las investigaciones sugieren en general que sólo es ligeramente menos eficaz que éstos.

Existen pruebas que respaldan la seguridad y eficacia de los AINE en el tratamiento del dolor, lo que los convierte en una opción preferible a los opiáceos como el tramadol.

Antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para el tratamiento Los AINE se recomiendan para tratar la tendinosis y los desgarros del bíceps. Es aconsejable empezar con medicamentos de venta libre (OTC) para evaluar su eficacia.

Frecuencia/duración: para muchos pacientes puede ser razonable utilizar AINE según sea necesario.

Indicaciones de interrupción: la interrupción puede estar justificada si el dolor de codo disminuye, si el tratamiento resulta ineficaz o si aparecen efectos secundarios.

AINE para pacientes con alto riesgo de hemorragia gastrointestinal Los AINE se recomiendan para individuos con alto riesgo de hemorragia gastrointestinal, a menudo utilizados en combinación con fármacos citoprotectores como el misoprostol, el sucralfato, los bloqueantes de los receptores de histamina de tipo 2 y los inhibidores de la bomba de protones.

Indicaciones – Los citoprotectores deben considerarse para pacientes con un perfil de factores de riesgo elevado que también necesiten AINE, especialmente para tratamientos prolongados. Se consideran de riesgo las personas con antecedentes de hemorragia gastrointestinal, los ancianos, los diabéticos y los fumadores.

Frecuencia/dosis/duración: se recomiendan los bloqueantes H2, el misoprostol, el sucralfato y los inhibidores de la bomba de protones, siguiendo las recomendaciones posológicas del fabricante. En general, se acepta que la eficacia en la prevención de hemorragias gastrointestinales es comparable.

Indicaciones de interrupción: la interrupción puede ser necesaria en caso de intolerancia a los AINE, aparición de efectos secundarios negativos o si se interrumpe la medicación.

AINE para pacientes con riesgo de efectos adversos cardiovasculares Para las personas con riesgo de efectos adversos cardiovasculares, el paracetamol o la aspirina se consideran generalmente los medicamentos más seguros como tratamiento de primera línea.

En caso necesario, se prefieren los AINE no selectivos a los medicamentos específicos de la COX-2. Para minimizar el riesgo de que los AINE contrarresten los efectos protectores de la aspirina a dosis bajas en quienes la utilizan para la prevención primaria o secundaria de enfermedades cardiovasculares, el AINE debe tomarse al menos 30 minutos después u ocho horas antes de la aspirina diaria.

Paracetamol para aliviar el dolor de codo Se recomienda el paracetamol para aliviar las molestias del codo, sobre todo en pacientes con contraindicaciones para los AINE.

Indicaciones – Indicado para todos los pacientes que sufren dolor agudo, subagudo, crónico o postoperatorio en el codo.

Frecuencia/dosis/duración – Siga las recomendaciones del fabricante; puede utilizarse según sea necesario. Sin embargo, debe tenerse precaución, ya que existen pruebas de toxicidad hepática cuando el consumo supera los cuatro gm/día.

Indicaciones para la interrupción – Interrumpir cuando el dolor disminuya, aparezcan efectos secundarios o se produzca intolerancia.

Opiáceos para casos específicos de tendinosis del bíceps Los opiáceos se recomiendan para un grupo selecto de personas que sufren tendinosis o roturas del bíceps de moderadamente graves a graves, sobre todo cuando el dolor interrumpe el sueño. Esta opción también es adecuada para pacientes que se recuperan de una intervención quirúrgica.

Indicaciones: reservado para pacientes con dolor importante por tendinosis o roturas moderadas o graves del bíceps, que no responden a tratamientos convencionales como el paracetamol y los AINE, o para aquellos con contraindicaciones para los AINE. Los pacientes en recuperación postoperatoria también son elegibles. Se recomienda precaución y administrar la dosis mínima eficaz, especialmente si se tiene en cuenta que el tiempo de recuperación de los esguinces de codo suele ser corto.

Frecuencia/dosis – Se administra según sea necesario, centrándose en el uso nocturno, que es el preferido por muchos pacientes. Puede ser necesaria una dosis programada durante los primeros días tras la intervención. Por lo general, se recomienda a los pacientes no operados que interrumpan el consumo de opiáceos en un plazo de siete días.

Indicaciones de interrupción – Interrumpir en presencia de efectos indeseables, desviación de las pautas de consumo prescritas o alivio suficiente del dolor que anule la necesidad de opiáceos.

Justificación de la recomendación – Mientras que los pacientes postoperatorios pueden requerir un tratamiento breve con opiáceos durante unos días, las personas no operadas no suelen necesitarlo. Los opiáceos pueden ser necesarios en casos específicos de tendinosis del bíceps de moderadamente grave a grave o cuando los AINE no son suficientemente eficaces. La recomendación hace hincapié en el uso a corto plazo y cuidadoso en una población de pacientes específica.

 

Tratamientos Tendinosis del bíceps

Evidencia de cuidados iniciales para el uso de opiáceos: Los pacientes con roturas graves o completas deben ser derivados a un cirujano para valorar la necesidad de reparación quirúrgica. El tratamiento para otros pacientes debe incluir restricciones de la actividad y métodos de control del dolor centrados normalmente en los AINE.

Seguimiento de los progresos: Se recomiendan evaluaciones periódicas cada siete o catorce días para valorar la evolución del paciente. Si no hay mejoría, debe considerarse la realización de pruebas diagnósticas (véase más arriba) y la posible derivación para una reparación quirúrgica.

Rehabilitación: Dispositivos / Terapia: La rehabilitación, en particular la terapia formal supervisada después de una lesión relacionada con el trabajo, debe centrarse en la restauración de las capacidades funcionales necesarias para las responsabilidades diarias y laborales del paciente, con el objetivo de devolverlo a su estado anterior a la lesión tanto como sea prácticamente posible.

La terapia activa implica el esfuerzo interno del paciente para completar actividades o tareas específicas, mientras que la terapia pasiva se basa en modalidades administradas por un terapeuta. Las terapias pasivas se utilizan a menudo para acelerar los programas de terapia activa y lograr ganancias funcionales concurrentes. Se recomienda dar prioridad a las iniciativas activas frente a las intervenciones pasivas. Para mantener los niveles de mejoría, los pacientes deben continuar las terapias activas y pasivas en casa como prolongación del proceso terapéutico.

Puede considerarse la integración de la tecnología de asistencia en la estrategia de tratamiento para promover mejoras funcionales.

Ejercicio para la tendinosis del bíceps: A menudo se aconseja a los pacientes que realicen ejercicios suaves de amplitud de movimiento varias veces al día dentro de un rango sin dolor para preservar una amplitud de movimiento normal durante la recuperación. Deben evitarse los estiramientos excesivos durante la fase aguda de cicatrización, que también debe estar exenta de un uso intenso o muy forzado. Existen intervenciones para abordar los cambios en el rendimiento de las Actividades de la Vida Diaria (AVD) y las Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD).

Terapia (activa) de la tendinosis del bíceps

Ejercicios para tendinosis del bíceps, roturas o postoperatorios

Los ejercicios para tendinosis del bíceps, roturas o postoperatorios se recomiendan como parte del tratamiento para tendinosis del bíceps, roturas y postoperatorios, haciendo hincapié en los ejercicios de fortalecimiento.

Indicaciones – Todos los pacientes con tendinosis del bíceps son elegibles.

Frecuencia/dosis/duración – El número total de visitas puede variar, desde dos o tres para personas con déficits funcionales leves hasta 12 o 15 para personas con déficits más graves, en función de la verificación del progreso funcional objetivo continuado.

Si existen pruebas de mejora funcional hacia objetivos específicos (por ejemplo, mejora de la fuerza de prensión, fuerza de pellizco clave, amplitud de movimiento o mejora de la capacidad para realizar actividades laborales), pueden ser necesarias más de 12 a 15 visitas para tratar las deficiencias funcionales persistentes.

Como parte de la estrategia de rehabilitación, debe desarrollarse y aplicarse un régimen de ejercicios en casa junto con la terapia.

Duración – Varía significativamente en función de la gravedad, el acondicionamiento previo a la lesión y los requisitos del empleo.

 

Dispositivos de tendinosis del bíceps

Cabestrillos y férulas para tendinosis del bíceps, roturas y postoperatorios

Los cabestrillos y férulas para tendinosis del bíceps, roturas y pacientes postoperatorios se recomiendan como parte del tratamiento para pacientes postoperatorios, roturas y tendinosis del bíceps.

Indicaciones – Especialmente beneficioso para pacientes con impactación de moderada a severa, especialmente durante la semana inicial. A los pacientes postoperados se les suelen prescribir férulas posteriores que deben llevar durante aproximadamente dos semanas (con un intervalo de una a seis semanas).

Duración – Lo ideal es reducir gradualmente el uso a menos de siete a diez días. Para los pacientes no operados que lleven un cabestrillo o una férula, es aconsejable realizar ejercicios de amplitud de movimiento para el codo y el hombro varias veces al día para evitar problemas postoperatorios derivados de la limitación de la amplitud de movimiento.

 

Cirugía de la tendinosis del bíceps

Puede producirse una rotura del tendón distal del bíceps en casos de tendinosis grave del bíceps. Estas recomendaciones se refieren específicamente a la rotura del tendón distal del bíceps, no a la rotura del tendón bicipital (proximal), que se produce en el surco bicipital del hombro y a menudo no requiere intervención quirúrgica.

El tratamiento no quirúrgico es una opción viable para las roturas distales del tendón del bíceps, y algunos expertos subrayan que ciertos pacientes, especialmente los de edad avanzada o los que tienen exigencias laborales modestas, pueden seguir prefiriendo enfoques no quirúrgicos.

Sin embargo, las roturas distales del bíceps suelen ser el resultado de una fuerza supramáxima y, en la mayoría de los pacientes en activo, requieren reparación quirúrgica. Las técnicas quirúrgicas pueden incluir procedimientos endoscópicos, de doble incisión o de incisión única.

 

Reparación quirúrgica para roturas distales de bíceps

Se recomienda la reparación quirúrgica de la rotura del tendón distal del bíceps.

Indicaciones – La cirugía está indicada para roturas completas y masivas o en algunos individuos con tendinosis del bíceps moderadamente grave que no muestran una mejoría satisfactoria con el tratamiento no quirúrgico.

Adhesión demostrada. Los pacientes con grandes exigencias físicas en el trabajo pero sólo desgarros leves también se consideran candidatos a la cirugía para recuperar la función suficiente para reanudar sus tareas.

 

Lo que nuestra oficina puede hacer si tiene tendinosis (o tendinitis) de bíceps y desgarros/rupturas

Tenemos la experiencia para ayudarle con sus lesiones de compensación de trabajadores. Reconocemos los retos a los que se enfrenta y nos comprometemos a atender sus necesidades médicas respetando las directrices establecidas por la Junta de Indemnización por Accidentes de Trabajo del Estado de Nueva York.

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Reconocemos que este es un periodo exigente para usted y su familia. Si desea concertar una cita, póngase en contacto con nosotros y haremos todo lo posible para que el proceso sea lo más fluido y menos estresante posible.

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