El paciente es un varón de 25 años que nos fue remitido por otro cirujano ortopédico y acudió con una fractura anterior de rótula que no estaba cicatrizando correctamente. El paciente sufría fuertes dolores y se había sometido a una intervención quirúrgica previa para tratar de corregirlos, lo que puede apreciarse en las radiografías que se muestran a continuación.
Se explicó al paciente que el problema era que no había compresión para que la fractura sanara. Para tratarla, se aconsejó a la paciente que se sometiera a un procedimiento de fijación interna de reducción abierta (ORIF), en el que se insertaron tornillos de compresión para unir el hueso y permitir que la fractura cicatrizara correctamente con una buena alineación.
Todas las opciones y alternativas, así como los riesgos y beneficios, se comentaron detenidamente con el paciente. El paciente había decidido seguir adelante con la operación.
También se observan dos tornillos verticales en la rótula, placa lateral y tornillos transversales a través de la tibia proximal, y extracción de clavos y alambre de la rótula.
La paciente se sometió a un seguimiento postoperatorio y no presentaba dolor, soportaba peso según lo toleraba, tenía una buena amplitud de movimiento y no presentaba infección. La fractura se había curado bien y el paciente evoluciona favorablemente.
*Los identificadores y las fechas de los pacientes se han modificado para proteger su intimidad.